Unos tres años y medio atrás, escribiendo sobre la gama 2022, me referí al Cadillac CT5-V como lo más polivalente entre los sedanes de la marca de lujo. Hoy, habiendo pasado el agua y habiéndose apagado dentro de su competencia de mercado la fórmula mecánica que caracteriza a la versión más potente, el Blackwing, refuerzo la definición. Un cuatro puertas que no se mide con los americanos que ostentan desde el lujo. Aunque le sobre, el Cadillac CT5-V Blackwing 2026 lleva en la sangre la demencia que podemos liberar en un superdeportivo.
La V en Cadillac es alto desempeño y esta versión es el pináculo. A la vista no parece que escondiera tanto poder, pero allí va reuniendo méritos para hacerle frente a alemanes como el BMW M5, al que poco tiene que envidiarle en potencia, y a otros americanos como el Corvette Z06, con el que va cabeza a cabeza en el output.
Sería toda una jornada para alquilar balcones una eventual sesión de aceleración entre estos modelos. La batalla de los V8 sobrealimentados… o casi. Podríamos suponer que el ‘Vette Z06, de aspiración natural –desde aquí se escucha el lamento de Zora Duntov en el más allá–, por su arquitectura y postura aerodinámica aventajaría sin la menor resistencia del Caddy. El Z06 –sí, lo sé, es la versión de entrada, pero no deja de ser un Corvette– transmite una superioridad que no es tal, al menos en los papeles.
De ahí la idealización de tan prometedor escenario. La máxima de 679 caballos, de 330 km/h y los 2,6 segundos que tarda en tocar los 100 km/h de parado no se alejan de los 677 CV, los 322 km/h y los 3,4 segundos que necesita el Blackwing. Pero tampoco se aleja de funciones clave para la conducción a altas velocidades como la suspensión adaptativa Magnetic Ride Control. Ambos le agradecen al gigante de Detroit.

El Cadillac CT5-V Blackwing: Una batalla, una evolución estética clave y una opción única
Es incluso más veloz que el M5, que se queda en 305 km/h, e igual de rápido en el arranque hacia los 100 km/h, ya que el alemán lo cumple en 3,5 segundos. Y eso que tiene poco más de 100 Nm menos que el sedán bávaro, aunque la explicación está en los pesos. Hay más de 600 kg entre uno y otro: el M5, que aumenta por su batería y su motor eléctrico, se excede de las dos toneladas y media, mientras que el sedán de la General Motors no llega a los 1,900 kg.
Hay otro V8 turbo con el que sí lo hemos visto rivalizar al calor del asfalto. No con un alemán, sino con otro americano y de Stellantis. ¿Volverá el V8 HEMI a Dodge? Es probable y, conforme pasan los meses, los rumores se van volviendo información. Antes de su fin de ciclo, el HEMI de Dodge le aceptó el duelo al sedán de Cadillac y la batalla entre motores V8 Supercharged 6,2 fue real. Un CT5-V Blackwing del 2023 contra un Challenger SRT Hellcat modelo 2022 y sus 727 CV.
Al margen de toda esta locura, el Blackwing necesitaba lavar su cara para competirle a sus rivales desde el atractivo. Pasaron más de tres años de aquel primer CT5-V Blackwing, pero da la sensación de que ha sido mayor el tiempo transitado. Mucha diferencia entre el primer diseño exterior y el actual. Hay un mejor reparto entre la ocupación de las calandras y la de los paneles del paragolpes delantero, y el resultado es una apariencia más cercana a la de un deportivo de alto rendimiento que a la de un sedán premium.
Polivalente. Si quieres, deportivo con fuego de supercar. Si quieres, sedán de lujo para la ciudad. Si quieres, manual. El Cadillac CT5-V Blackwing 2026 es una opción sin igual en su especie, porque es en este momento la única berlina de lujo que queda con V8 turbo con la caja de toda la vida. Un precio de unos 100.000 dólares lo acerca más a los rivales mencionados que a los sedanes premium terrenales. Si quieres… y si puedes.
Mauro Blanco
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