Mientras algunos fabricantes como Tesla o Ford han bajado sustancialmente el precio de su gama totalmente electrificada, Volvo no tiene intención alguna de seguir por la senda de hacer que el coche eléctrico sea más accesible para todos. ¿Por qué? Dicho en tres sencillas palabras: porque van sobraos. Si las arcas de Volvo se están llenando satisfactoriamente con el ritmo actual, ¿qué necesidad hay de cambiar la estrategia?

El director ejecutivo de Volvo, Jim Rowan, señaló tras anunciar los resultados financieros del cuarto trimestre de la marca que la fuerte demanda de sus vehículos eléctricos significa que no hay necesidad de reducir los precios. De hecho, la compañía ya tiene un gran acumulado de pedidos. “No vemos [recortes de precios] en este momento”, dijo Rowan a Reuters. “La demanda de nuestros eléctricos es la más alta que jamás hayamos visto, la acumulación de pedidos también. No tenemos ninguna intención de reducir los precios”.

En enero, Tesla recortó los precios de algunas versiones del Model 3 y Model Y hasta en un 20 %, pero no solo en los Estados Unidos, sino también en toda Europa. Ford respondió a ese movimiento rápidamente, recortando los precios de su Mach-E en hasta más de 11.000 euros (y con opción de acceder al Plan MOVES III con 7.000 euros más de descuento). Hasta los fabricantes chinos redujeron los precios de sus vehículos eléctricos. Pero, a pesar de ello, fabricantes como Volvo se mantienen firmes en sus estrategias de precios.

Además de Volvo, los representantes de BMW, Mercedes-Benz, Hyundai, Volkswagen y GM también han confirmado que no vislumbran bajar los precios de sus coches eléctricos

La compañía había aumentado los precios en 2022 tras la invasión de Rusia a Ucrania a gran escala, algo que hizo subir el precio del litio, un material crucial para las baterías de coches. Sin embargo, la Rowan matizó que la compañía no aumentó los precios para los clientes que ya habían pedido uno de sus vehículos, lo que significa que la empresa terminó absorbiendo cerca de un tercio de sus ganancias durante el año. A eso añadió que si el precio del litio cae este año, “[daría] la oportunidad de tomar la decisión” de bajar los precios.

Las ventas de vehículos totalmente eléctricos representaron el 18 % de las ventas totales de Volvo en 2022, un aumento considerable con respecto al 6 % del año anterior. Además, su hermana de dedicada exclusivamente a los vehículos eléctricos, Polestar, vendió durante el año pasado un 80 % de vehículos más (51.500 unidades). Tras informar de unas ganancias más que favorables, Volvo dijo con orgullo que espera un 2023 como “otro año desafiante”, con la esperanza de evitar los actuales desafíos de la cadena de suministro.

Persiguiendo el camino de la alta rentabilidad de Volvo, la firma sueca vendió un 15,7 % menos de ejemplares de su línea (incluidos los modelos de combustión) tras un difícil 2022

“A pesar de las turbulencias globales, la incertidumbre y nuestros recientes aumentos de precios, seguimos viendo una demanda saludable de nuestros coches”, declaró la compañía sueca. La marca quiere que la mitad de sus ventas sean vehículos de batería puros para mediados de la década, con la intención de vender solo coches únicamente eléctricos en 2030, uno de los objetivos a los que otros muchos fabricantes de coches se han apuntado.

Volvo tiene como objetivo aumentar los márgenes de beneficios al 8-10 % para mediados de esta década, así como aumentar las ventas alrededor de 100.000 unidades al mes, o el equivalente a 1,2 millones de ejemplares anuales. Tal y como van las cosas, los objetivos de ventas como los de beneficios aún son alcanzables, citando los planes de la compañía para lanzar una amplia gama de vehículos eléctricos.