El Bugatti Veyron, sin lugar a dudas, lo cambió todo. Casi de golpe, todo el mundo podía hacer coches con 1.000 CV y empezaron a salir casi de debajo de las piedras. La industria se volvió loca y, seamos sinceros, fue tremendamente interesante. De aquello hace ya un buen puñado de años, de hecho, ocurrió hace casi 20 años. El Veyron llegó al mercado en el año 2005, mientras que reemplazo, el Bugatti Chiron, apareció en 2015. Sí, el Chiron tiene casi 10 años, aunque parezca que fue ayer mismo cuando se comenzó la comercialización del modelo, algo que comenzó, por cierto, en 2016.
Ambos coches, aunque más que coches, podríamos tratarlas como máquinas del tiempo, comparten corazón, el mismo y descomunal bloque de 16 cilindros en W, ocho litros, cuatro turbos y una potencia tan absurda como emocionante: 1.000 CV para el Veyron, que pasaron a ser 1.200 en diferentes versiones, y 1.500 CV para el Chiron, aunque en este caso los aumentos de potencia han sido escasos –no debería quedar mucho margen para exprimir–. Un corazón que dirá adiós cuando la actual generación de modelos de Bugatti llegue al final de su vida comercial, es decir, cuando el Bugatti W16 Mistral se agote y cuando todas las unidades del Bugatti Bolide se hayan entregado a sus propietarios.
El Bugatti Chiron ya no se fabrica, se alcanzaron las 500 unidades previstas, y alguna más, como la última en venderse, el Bugatti Chiron Profilée, que se ha colocado como uno de los coches de producción más caros hasta el momento, después de venderse en una subasta realizada por RM Sotheby’s, por 9.792.500 euros. Subasta realizada el pasado día 1 de febrero de 2023. Uno de los últimos coches de la era del exceso ha encontrado un nuevo hogar, del cual, seguramente, solo salga para acudir a eventos o para viajar hasta otro garaje del que tampoco saldrá casi nunca.
La historia del Bugatti Chiron Profilée comienza con el Pur Sport, una de las versiones más deportivas del hipercoche francés –el Chiron no es un deportivo, es un Gran Turismo que devora rectas–. Tras su puesta de largo, según parece, la marca recibió algunos correos solicitando un Pur Sport menos Sport y más GT, es decir, querían el mismo dinamismo, la misma relación final para la transmisión, pero una puesta a punto menos rígida y más confortable. El Profilée es el resultado de esas peticiones, pero nunca se fabricó más de una unidad porque se superaron todas las expectativas con el Chiron Pur Sport.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS