El récord establecido de por Nick Heidfeld en 1999 a los lomos de un McLaren-Mercedes MP4/13 en la subida de la colina de Goodwood acaba de ser eclipsado por el Volkswagen ID.R. Sí, un coche eléctrico de 680 CV acaba de superar a todo un Fórmula 1 con motor de combustión interna de 780 CV de potencia. Y lo ha hecho silenciosamente… por una diferencia de 1,7 segundos.

Pero no solo se ha hecho con el récord absoluto del ascenso, sino que también es el primer coche que baja de los 40 segundos. Romain Dumas, el encargado de llevar al ID.R hasta la cima, ha completado el recorrido de 1,86 kilómetros en tan solo 39,90 segundos. El tiempo del año pasado del coche ecológico de Volkswagen fue de 43,86 segundos, lo suficientemente rápido para ganar el fin de semana, pero todavía lejos respecto al récord de 1999.

También hay que destacar que se ha modificado sistemáticamente el ID.R para su participación en el festival de Goodwood. Entre otras cosas, la última evolución del coche es más ligera que la que corrió en  Pikes Peak o en el Infierno Verde. “Hemos usado una batería más pequeña que la de Nürburgring y optimizado la entrega de potencia. Esta versión del ID.R pesa menos de 1.000 kg, con el piloto a bordo”, dijo François-Xavier Demaison, director técnico de Volkswagen Motorsport.

El primer intento de Romain Dumas a los mandos del Volkswagen ID.R acabó con un crono de 41,18 segundos, algo más de cuatro décimas por detrás del vigente (por poco) récord

Asimismo, el ID.R completó su récord sin el alerón trasero móvil (DRS) diseñado para los tramos de alta velocidad del circuito alemán, dado que las características del recorrido de Goodwood lo hacían innecesario. Por su parte, Bridgestone suministró el calzado, unos neumáticos derivados de la serie Potenza aún más blandos diseñados específicamente para el sprint británico. Casualmente, también lo hicieron en 1999 con el McLaren-Mercedes de Heidfeld.

“Estoy orgulloso de haber logrado el récord absoluto en Goodwood con el ID.R. El ascenso supone un reto muy especial. Como el recorrido es tan corto, no podía permitirme ni el más pequeño error, y todos los aspectos de la configuración del ID.R tenían que ser perfectos. Esto fue particularmente difícil, dado que no pudimos realizar pruebas sobre el trazado de antemano”, manifestó Romain Dumas tras la actuación.