La vida comercial del Audi A6 llega a su fin, y cuando aparezca la próxima generación, muchos se llevarán una sorpresa. La compañía alemana se convertirá en fabricante de coches eléctricos a partir de 2026 y muchas cosas cambiarán por completo. Es cierto que todavía queda un restyling por el camino, pero cuando se presente no será un A6, sino que pasará a formar parte de la gama del Audi A7. Según algunos rumores, Audi solo usará los números pares para los modelos con motor totalmente eléctrico y los impares, para los coches con motores de combustión –sean híbridos o no–.
Audi lo apostará todo por los motores eléctricos y no hará ni caso a los combustibles sintéticos, esos que desde Alemania han logrado que se integren en la normativa que prohibirá los motores de combustión a partir de 2035 –motores de combustión nuevos, recordad–. No obstante, todavía hay tiempo para un último apogeo, para un último motor de combustión que sirva como despedida y homenaje, al menos en la gama del Audi A6. Así lo ha sugerido el responsable de la división deportiva de la marca, Sebastian Grams, en conversaciones con la revista Autocar.
La experiencia es un grado y en la revista Autocar, la experiencia sobra, por eso, tiraron un dardo muy interesante cuando le preguntaron sobre si Audi daba por concluidas las mejoras para el RS6 Avant, a lo que Grams respondió: “no, podemos hacer algo más extremo. Podemos hacer el coche más potente, con más prestaciones, más vivo”. Es cierto que no quiso dar más detalles, pero no se ha tardado en hacer referencia al Audi RS6 GTO –en las fotos–, un prototipo que presentó la firma alemana hace unos años, para celebrar el 40 aniversario de la tracción total. Los rumores han apuntado a este modelo como la antesala de lo que podría estar por venir.
Ciertamente, el RS6 GTO era un coche especialmente radical y contaba con modificaciones en infinidad de apartados. El frontal, por ejemplo, estaba presidido por una calandra modificada, que, además, recibía aberturas a cada lado también de gran tamaño –y todo ello pintado de negro, para dar un aspecto todavía más radical–. Las llantas replicaban las usadas en el Audi 90 IMSA GTO, al igual que la decoración, el habitáculo perdía la banqueta trasera y se montaba una jaula en su lugar, se instalaban dos asientos de competición con arneses, la parte trasera se radicalizaba en igual medida… un espectáculo que mantenía los 600 CV intactos, aunque tampoco es que puedan considerarse pocos.
El Audi RS6, desde su primera iteración allá por 2002 –sobre la generación C5–, siempre ha contado con una versión a modo de traca final, con más potencia, mayores prestaciones y un comportamiento más deportivo. No sería raro, por tanto, que esta generación se quedara sin su versión final. Es más, sería raro que no contará con ella. Además, el jefe de diseño de Audi, Marc Lichte, anunció que la última oleada de productos RS con motor de combustión será “alucinante”.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS