Actualmente el Toyota GR Yaris es toda una rareza, ya que no se trata de una versión “tuneada” del Yaris con mejor cadena cinemática y elementos de chasis. Directamente es otro coche, ya que chasis, motor, transmisión, carrocería, suspensiones, frenos y asientos son exclusivos. Ni siquiera se fabrican en el mismo lugar, los Yaris vienen de Francia y los GR Yaris desde Motomachi, Japón.
El benjamín deportivo de Toyota Gazoo Racing se pone a la venta porque es una exigencia para homologar la versión de rallies en el Grupo R5, aunque el fabricante tratará de hacer lo de siempre: ganar dinero con él. No es especialmente barato, pero las cosas como son, coches como este habrá cada vez menos, y es bastante probable que se convierta en un codiciado clásico en unos años, cuando ya cualquier coetáneo sea eléctrico puro.
Su fabricación es más al estilo Lexus que al Toyota de producción en masa, aunque lo fundamental es igual: fabricar mucho y bien, de la forma más optimizada posible. No en vano el sistema de producción de Toyota (TPS) se ha ido asimilando en el resto de la industria del motor por algo. En la fábrica de Motomachi se producen distintos tipos de coche y, como hemos visto, no se aprovechan las habituales sinergias que tendría la cadena de montaje del Yaris “francés”. Es un modelo de producción de bajo volumen (25.000 unidades en total), sinónimo de “caro”.
Los distintos módulos de ensamblaje de la fábrica de Motomachi no están conectados con líneas de carrocería con cintas transportadoras. Utilizan carritos guiados automáticamente, los AGV, la misma técnica que usa Lamborghini para producir los Urus. Según Toyota, este sistema permite “desarrollar carrocerías de gran rigidez”, así como “garantizar un ensamblaje de gran precisión”.
Además de este matiz técnico, en el montaje de estos coches está la figura de los Takumis, los artesanos de Toyota que tienen como mínimo 30 años de experiencia, de los que os hablamos en una de nuestras entregas de Cómo se fabrica un coche fuera de serie (XI). Es más, la planta de Motomachi fabrica habitualmente modelos Lexus. Es la crema de la crema de Toyota y la encomendada a los modelos GR (salvo el GR Supra, que se hace en Graz, Austria).
Entendiendo esto, se comprende su “elevado” precio, fabricarlo es mucho más caro que un Yaris en masa, y los componentes son mucho más caros
En consecuencia, este mimo adicional hace que el Toyota GR Yaris no solamente no tenga nada que ver con el Yaris en cuando a tacto de conducción, plataforma o prestaciones, también debería tener una mayor calidad de ejecución en general. Vamos, que perfectamente podría llevar el escudo de Lexus, pero no es esa la marca que lo está petando en el WRC. Os dejamos una pequeña galería de imágenes de su proceso de fabricación:
Precios del Toyota GR Yaris
De sus características técnicas hemos hablado en abundancia. La producción en serie empezó a finales de agosto en Motomachi, habiéndose iniciado la fase de preventa en España terminando julio. Los que se anticiparon y reservaron el suyo recibirán el esperado pedido a finales de año o ya a principios del que viene. Los que adelantaron 1.000 euros no van a pagar más ni recibirán un coche más especial, simplemente cogieron turno antes que los demás.
Ya fuera de la fase preventa, “cualquiera” puede pasarse por un concesionario y encargar el suyo. Hay que preparar la cartera. No en vano es un coche de especificaciones muy fuera de lo común: tres cilindros, motor 1.6 de 261 CV sin hibridar, 0-100 km/h en menos de 5,5 segundos, 1.280 kg, tracción total, cambio manual… Es una bombita de bolsillo y presa fácil para radares.
Oficialmente hay una versión del GR Yaris y un paquete de altas prestaciones (Circuit Pack) orientado a los que quieran meterse en circuito, ya que correr en carreteras públicas, además de ser inherentemente peligroso, está bastante más perseguido y difícilmente se le puede sacar todo su jugo -a diferencia de sus antecedentes- con tanta potencia. En la práctica, es como si hubiese dos versiones. Así lo vamos a tratar.
La versión normal incluye suspensión específica GR, llantas de aleación Enkei de 18″ de color negro, neumáticos Dunlop SP Sport Maxx 050, doble salida de escape y acceso y arranque sin llave, además de cristales traseros oscurecidos, retrovisores calefactados y plegables eléctricamente, climatizador bizona, pantalla de 8″, sistema multimedia, cámara de visión trasera y los asistentes a la conducción (Toyota Safety Sense).
Si optamos por el GR Yaris con Circuit Pack, cambia un poco la cosa: llantas de aleación forjadas BBS de 18″, suspensión GR con configuración de circuito -más firme-, diferenciales delantero y trasero tipo Torsen, pinzas de freno de color rojo con logo GR y neumáticos Michelin Pilot Sport 4S. A largo plazo será el más codiciado, porque habrá menos.
Pagándolos “al contado”, los precios oficiales son 32.900 euros por el “normal” -prácticamente como un GT86- y 37.900 euros por el Circuit Pack (5.000 de diferencia). La calidad de los componentes y la mejora que puede experimentarse en circuito bien puede justificar esas cifras. Otra opción es recurrir a financiación, y de ahí el asterisco de más arriba.
Sí, Toyota lo ofrece por 250 euros al mes, durante cuatro años, y sin poder recorrer más de 10.000 kilómetros anuales. Hay que soltar de golpe 12.754,60 euros de entrada y, al cuarto año, apoquinar los 11.904,70 euros de valor futuro garantizado o entregarlo al concesionario. Es una fórmula de pago relativamente cómoda y que totaliza 36.659,30 euros. Lo que se paga a plazos es prácticamente como la entrada y como la cuota final o VFG.
Lo anterior se aplica al GR Yaris “normal”, si optamos por el Circuit Pack la cuota sube a 295 euros al mes, pero sigue sin ser una burrada por un deportivo, solo que en dimensiones compactas y con un carácter práctico que pocos coches con su nivel de prestaciones pueden ofrecer (por no decir que no hay ninguno salvo el MINI John Cooper Works GP, que es más caro). No se puede tener todo.
Por cierto, en la gama de extras se puede elegir cualquier color de pintura entre estos: Blanco Classic, Rojo Emoción y Negro Montecarlo. Fin de la lista de opciones. ¿Para qué más?
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Bueno, lo cierto es que no es necesario hacer un coche como este para luego tener un R5, ahí están las gamas de los Fiesta, Polo, C3, i20 y Fabia, en las que no hay nada parecido. ¿Es algo malo? ¡¡Todo lo contrario!! Que Toyota haya decidido afrontar esa categoría con un coche dedicado a ello desde el inicio, en lugar de reaprovechar componentes de otros sitios es para comprar un sombrero, un billete de avión hasta Aichi, ponerse a la salida de la sede de la empresa y, cuando vayan saliendo trabajadores y directivos, agachar la cabeza descubierta en… Leer más »