El Subaru Outback es el vehículo más vendido de la firma nipona, y por una buena razón. Es capaz de defenderse sobre cualquier superficie, es versátil, tiene un aspecto relativamente inofensivo y ofrece una gran cantidad de tecnología moderna en un paquete relativamente asequible. Así que, cuando llegó el momento de volver a trabajar en un nuevo modelo, Subaru adoptó el enfoque de “menos es más”.

A grandes rasgos, a primera vista parece más un lavado de cara que un modelo completamente nuevo. Pero nada más lejos de la realidad, pues el nuevo Subaru Outback desvelado en Nueva York estrena plataforma, motores, interior y tecnología. Cierto es que, para el rediseño estético, los cambios son sutiles. Los más importantes están en el interior. Además, el nuevo Outback trae consigo el regreso del turbo en sus motores alimentados por gasolina. Concretamente, una unidad bóxer de cuatro cilindros y 2,4 litros.

Siguiendo la línea de sus últimos productos, Subaru ha redefinido el Outback en todos los niveles. Eso ha comenzado por su chasis, utilizando la plataforma global de la compañía. Desde la marca aseguran que el nuevo Subaru Outback es un 70 % más fuerte en cuanto a rigidez torsional, y 100 % más en lo que se refiere a flexión lateral frontal y rigidez del bastidor trasero. También afirma que esta estructura incrementa su absorción ante impactos frontales y laterales en un 40 %.

Aunque más emocionante es la introducción del acabado XT, que vienen de serie con un motor bóxer turboalimentado de 2,4 litros. Anteriormente, el Outback más potente equipaba un bloque de seis cilindros y 3,6 litros, en favor de la primera oferta turbo del modelo desde 2009. Rinde 263 CV a 5.600 RPM y 375 Nm a 2.000 RPM, 4 CV más y 40 Nm más que el anterior seis cilindros. Subaru señala que el nuevo propulsor ofrece una capacidad de remolque de 1.587 kg, que es una mejora de 363 kg, y la calificación más alta que ha recibido un Outback.

El resto de la gama queda asociado a un 2.5 atmosférico de 182 CV y 239 Nm, también de cuatro cilindros. Independiente de la versión escogida, todos los Subaru Outback equipan de serie la tracción total simétrica permanente y una transmisión de variador continuo (CVT) Lineartronic que ofrece un modo manual de “ocho velocidades” y levas de cambio. Con los ligeros aumentos de potencia también viene una suspensión más ligera y ágil que no mermará sus capacidades offroad. La distancia al suelo es de 23 cm, aunque puede aumentar hasta los 29,5 cm.

Si bien el exterior es más una evolución del modelo al que precede, el interior llama la atención por su revolución, destacando la pantalla del sistema de infoentretenimiento de 11,6 pulgadas

Otro punto destacable es un interior renovado, estando mucho más pulido en general. Subaru dice que es 3 dB más silencioso a velocidad de carretera, gracias a la nueva protección contra la intemperie y a las ventanas más gruesas. En todos los modelos Outback de sexta generación la tecnología EyeSight Driver Assist -cámara de reconocimiento visual- es estándar. Incluye control de crucero adaptativo y asistencia de mantenimiento de carril. Otras funcionalidades como el detector de fatiga DriverFocus, los faros LED direccionales, el asistente de puntos ciegos o de cambio de carril o la alerta de tráfico cruzado trasero son opcionales.

El 2020 Subaru Outback para Norteamérica estará disponible en siete acabados: Base, Premium, Limited, Touring, Onyx Edition XT, Limited XT y Touring XT. De momento, su llegada a los concesionarios estadounidenses está prevista a finales de año. Para verlo en nuestros lares, tendremos que esperar a que Subaru se manifieste al respecto.

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