El SSC Tuatara busca posicionarse como el coche de producción más rápido del mundo. A la que termine de sortear algunos problemillas, es probable que, finalmente, consiga lograr su ansiado objetivo. Pero, mientras tanto, en Shelby Super Cars (que nada tiene que ver con el bueno de Carroll) han decidido ampliar la gama con el SSC Tuatara Striker y Agressor.
Comenzando con el Striker, la firma estadounidense se inspira en los aviones de combate de ataque polivalentes y tiene una “amplia gama de capacidades, tanto dentro como fuera de la pista”. En comparación con el Tuatara estándar, la carga aerodinámica se triplica a 160 mph (257 km/h): 500 kilos. Esto se consigue gracias a un amplio paquete aerodinámico que incluye un alerón trasero activo y uno fijo con estabilizadores verticales. También es gracias a un gran difusor frontal y posterior con sus respectivos canards y unos faldones laterales más trabajados.
Casi el 55 % de la carga aerodinámica se ejecuta sobre el eje posterior, y SSC manifiesta que esto garantiza un “equilibrio optimizado, previsibilidad y una confianza excepcional en la estabilidad”. Teniendo en cuenta que la energía viene de un monstruoso corazón de ocho cilindros en uve biturbo de 5,9 litros que produce hasta 1.774 CV, entendemos que la marca busque una configuración que dé más confianza a sus clientes. El V8 está conectado a una caja de cambios manual robotizada de siete velocidades que cambia en 100 milisegundos.
A bordo del SSC Tuatara Striker habrá características exclusivas, tales como una tapicería de Alcántara o un salpicadero de fibra de carbono expuesta de forma opcional
Pero si todas estas cifras te saben a poco, tienes la opción de ir a por un Tuatara Aggressor, un modelo destinado únicamente a las pistas descrita como una “fuerza formidable a tener en cuenta”. Se basa en el Tuatara Striker y ofrece a los clientes “opciones de rendimiento, apariencia y experiencia casi ilimitadas que no son posibles en las versiones legales de calle del Tuatara”. El interior es casi al completo de fibra carbono y hay una estructura antivuelco, así como opciones únicas como unos asientos de competición con arneses de cinco puntos.
Lamentablemente, SSC no ofrece muchos más detalles al respecto, aparte de indicar que el sonido del escape se podrá ajustar. Ah, y que el motor se ha reajustado para entregar hasta 2.231 CV, lo que lo hace tan increíblemente absurdo como merecedor de su existencia. En cuanto a la producción, SSC se compromete a construir 100 ejemplares del Tuatara estándar y 100 del Tuatara Striker, pero solo 10 del Tuatara Aggressor. No hay información sobre los precios, pero dudamos que el público objetivo del modelo se interese por tales memeces.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS