El apellido Scout ha tratado de dar distinción a una carrocería dedicada a una vida que no solo se centraba en el asfalto, sino también en ciertas aptitudes de todocamino. Con la renovación del buque insignia de la firma checa, no solo tenemos una vertiente híbrida enchufable, sino una versión más enfocada a la vida aventurera. Así es el Škoda Superb Scout.
Los cambios en el exterior incluyen parachoques delantero y trasero diseñados a medida con pseudoprotección en los bajos de lo que parece ser plástico con aspecto de aluminio y un recubrimiento de plástico negro a lo largo de los umbrales y pasos de rueda. El paquete Rough-Road incremente en 15 milímetros la altura libre del coche respecto a cualquier otro modelo de la gama.
Los rieles del techo y los marcos de las ventanas cromados también son detalles exclusivos de esta versión, al igual que la carcasa de los retrovisores con apariencia de aluminio, las nuevas llantas de aleación Praga de 18 pulgadas (de 19” opcionales) o el acabado Naranja Mandarina metalizado. Según la marca, su gancho de remolque retráctil es capaz de tirar de una masa de hasta 2.200 kilos.
Disponible únicamente con carrocería familiar, el Škoda Superb Scout ofrece 660 litros de maletero, ampliables hasta 1.950 con los asientos traseros abatidos
En el interior, además de todo el equipamiento de serie disponible, se añade un nuevo modo de conducción Off-Road con pantallas adicionales en el sistema multimedia que ayuda a mejorar la motricidad sobre terrenos más difíciles. Las tapicerías están hechas de un tejido específico con costuras marrones en contraste, hay láminas de efecto madera con el logo Scout sobre el salpicadero y los asientos cuentan con calefacción (opcional en los traseros).
El Škoda Superb Scout, lógicamente, cuenta con un sistema de tracción a las cuatro ruedas de serie. Sin embargo, el control de chasis dinámico (DCC) es opcional. Bajo el capó, podremos optar por las mecánicas más potentes de gama, tanto diésel como gasolina. Es decir, un 2.0 TDI de 190 CV y 400 Nm y un 2.0 TSI de 272 CV y 350 Nm, respectivamente. En ambos casos, la transmisión es una caja de cambios automática de doble embrague (DSG) de siete velocidades.
Recordemos que Škoda ya tiene una tradición con los modelos Scout. Hace 13 años, el Škoda Octavia de segunda generación se lanzó por primera vez con un robusto aspecto. Inmediatamente se ganó a un gran número de clientes y, la popularidad de este coche familiar equipado con tracción total de serie siguió inalterable con la llegada de la tercera generación. No parece un movimiento incongruente para la firma checa.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS