En noviembre Skoda España inició una búsqueda del coche más antiguo de la marca en España -y que pudiese circular-. La búsqueda concluyó con este ejemplar, un Octavia de 1961, propiedad de Juan Carlos Peralta, un simpático oscense. Coche y propietario ganaron el concurso, que incluye un viaje a la fábrica de Mladá Boleslav con los gastos pagados.
La historia del coche “empieza” en 1999, cuando Juan Carlos se lo encontró hecho polvo en un desguace. Se encariñó con él y se propuso restaurarlo. Solo para desarmarlo entero este mañoso maño se tiró un año. Fue arreglándolo pieza a pieza hasta completarlo. Ahora el coche se encuentra en un estupendo estado de conservación, y Juan Carlos quiere que el coche lo disfrute en el futuro su hija, que ahora tiene 4 añitos.
El nombre de “Octavia” viene de ser el octavo modelo fabricado por la compañía checa
La matrícula original es de Huesca, y de las de solo cinco cifras sin letra detrás (HU 14639). Por aquel entonces el españolito medio empezaba a acceder a coches como el SEAT 600. Tenía que ser un auténtico exotismo ver en la España de entonces un coche de fabricación checa, teniendo en cuenta el percal en esa época, venía del otro lado del “telón de acero”. En 1961 se levantó el muro de Berlín y se cocinó una crisis que casi termina en una guerra termonuclear.
Afortunadamente, nada de eso ocurrió, y este viejo checo pudo caer en las manos adecuadas en vez de ser triturado en una máquina sin alma. Aunque en su día fue un coche muy fabricado y su valor llegó a ser “cero”, el cariño de Juan Carlos, una guía de despiece en checo y recambios originales han hecho que vuelva a la vida y que parezca mentira que el “chaval” tiene casi 60 años. En el canal oficial de Skoda España en Youtube le han colgado un modesto documental que supera las 130.000 visualizaciones.
Allá por 2033 la joven Sofía ya tendrá edad para conducir “el coche viejo de papá”. Mis dieses para este señor y su rejuvenecido Octavia. Donde unos verían simple chatarra, otros pueden mirar más allá y encontrar un hilo de vida, y con mucho cariño, convertirlo de nuevo en un coche. Así se mantiene viva la herencia que deja el automóvil.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Comenta un amigo por Twitter que hay una foto de un Octavia aún más antiguo en Huesca, pero seguramente pasó a mejor vida hace tiempo: https://twitter.com/guillermo_arnal/status/1123120144358703105