Silverstone Auctions es una casa de subastas muy conocida entre los fanáticos de los coches. Suele tener catálogos muy interesantes, como en esta ocasión, que junto al “Daytona” de Elton John, pondrá bajo el martillo una selección de modelos de Ferrari y Porsche muy especiales.
Las subastas de coches, sobre todo aquellas dedicadas a los coches de colección o muy especiales, suelen llamar la atención de los aficionados por las máquinas que pueden encontrarse. Coches únicos en el mundo, máquinas de competición campeonas o modelos con una curiosa historia detrás.
Sí, también ofrecen modelos más mundanos, si es que podemos usar esta palabra para ciertos vehículos típicos de las subastas de alto nivel
Para la ocasión, Silverstone Auctions tiene preparado un catálogo de lo más interesante, con un total de 34 unidades firmadas por Ferrari y otras 32 selladas por Porsche a cada cual más deseable. Se dejarán ver en el Club Pollo Dallas Burston este mismo fin de semana, desde el viernes día 22 hasta el domingo día 24. No obstante, entre esos más de 60 coches, hay unas unidades que destacan por encima del resto.
Empezando por Ferrari, vamos a destacar dos ejemplares, un Ferrari 308 GTS Quattrovalvole y un Ferrari 328 GTS. El primero es una de las 233 unidades que la marca de Maranello puso en circulación con volante a la derecha y que se hizo famoso gracias a Tom Selleck en la serie de televisión Magnum Pi.
El estado del Ferrari 308 GTS Quattrovalvole es de auténtico concurso, tras haber pasado con la misma familia durante los últimos 27 años, pasando de padres a hijos y siendo usado hasta el año 2000, cuando terminó guardado en un garaje.
Sin embargo, en 2018 se decidió volver a poner el coche en servicio, lo que requirió una inversión de casi 27.300 euros. Silverstone Auctions estima su valor entre las 50.000 y las 60.000 libras, entre 56.723 y 68.067 euros.
El siguiente Ferrari a destacar es, precisamente, el sustituto del 308, un Ferrari 328 GTS de 1989. Se trata de una unidad de la última serie del modelo, cuya fabricación comenzó en 1985 y del que solo se hicieron un total de 2929 ejemplares con volante a la derecha. Su marcador tan solo indica 17.000 millas, unos 27.360 kilómetros y luce una configuración clásica en Ferrari: carrocería Rosso Corsa y habitáculo color crema.
Además, como suele ser costumbre en estos coches, cuenta con su manual de propietario, kit de herramientas original y el archivo histórico. La casa de subastas espera lograr entre 75.000 y 85.000 libras, entre 85.085 y 96.430 euros, pues proviene de una importante colección privada.
Pasando a los modelos alemanes, la cosa no es menos interesante. Por un lado, tenemos un Porsche 911 Supersport Cabriolet y un Porsche 928 S4 Sport Equipment, unidades mucho más raras que los protagonistas anteriores. La primera unidad, el 911 Supersport Cabriolet, es uno de los 39 ejemplares que se hicieron para Reino Unido y fue confeccionado por el Special Wishes Programme en color y con un interior muy inusual al contar con un color muy claro, casi blanco, con ribetes del color de la carrocería rematado, por otro lado, con un pomo del selector del cambio de gran tamaño y adornado con oro.
También luce un kit de carrocería instalado en el concesionario procedente de un Porsche 930 SE. Así mismo, cuenta con la caja de cambios G50, instalada al final de la vida comercial del modelo y una larga lista de modificaciones. Estiman un valor de entre 48.000 y 55.000 libras, es decir, entre 54.454 y 62.395 euros.
En cuanto al 928 S4 Sport Edition, solo existen 42 unidades con volante a la derecha y su primer propietario fue el piloto de Fórmula 1 Tom Belso, quien corrió con el equipo Frank Williams Racing Cars en 1973 y 1974. Lo tuvo en su poder durante 24 años, mientras que el propietario actual lo compro en 2016. El coche ha sido sometido a una restauración que costó casi 28.400 euros, según indica el archivo histórico. Silverstone Auctions estima una puja que debería rondar entre 33.000 y 38.000 libras, entre 37.437 y 43.109 euros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS