En Monterey, el público avanza en ambos sentidos, casi sin detenerse. Como una obra de arte plástica, el coche es lo único que permanece inmóvil, pero no todos se ven atraídos por su presencia. “Mmm… Super Snake”, reconoce alguien que parece informado sobre la agenda de la industria y específicamente de la Semana del Automóvil. Como quien sabe con lo que va a encontrarse.
A juzgar por su combinación de colores, no se ve como lo más reciente, sino como la versión presentada en 2024. Todo tiene sentido. El ejemplar en las adyacencias, la indiferencia de los visitantes que pasan sin la atención que le prestarían si se tratara de una verdadera revelación, el hecho de que pertenezca a un cliente. Ese coche ya se ha lanzado, ya se ha comprado y ahora acompaña, en todo un gesto de cortesía, al protagonista de última hora.
Lo último de Shelby American, el Shelby Super Snake-R, ha tenido su debut mundial. Agosto es sinónimo de Monterey Car Week, que a su vez mantiene un vínculo con el fabricante americano. “Shelby tiene mucha historia en la península, así que pensamos que presentar este coche aquí sería una excelente manera de empezar la Semana del Automóvil”, declaró AaronShelby, quien además de ser nieto de la leyenda integra la junta directiva, a KSBW Action News 8.
Como el Super Snake 2025, este Snake-R 2026 está basado en el Ford Mustang Dark Horse y cuenta con el Coyote V8 5.0 con supercargador. En su transmisión, nada nuevo para quienes se han estado adentrando en el Super Snake inicial, pero merece un nuevo destacado. Esta saga Shelby abre el juego, porque, además de la caja automática de diez velocidades, ofrece una manual Tremec de seis. La gran novedad radica en la potencia que a través de ellas envía al eje trasero.

El Shelby Super Snake-R 2026 es un Mustang para que lleves al circuito… y luego despiertes
Si los más de 840 caballos del Snake a secas una exageración, ten en cuenta un extra de 20 CV si en tus sueños –porque el precio etiquetado, de 225.000 dólares, indica que no hay más alternativa experimentar la víbora onírica y que soñar no cuesta nada– tomas su volante y pisas el pedal a fondo hasta despertar. Con más de 860 CV, a mayor potencia, más potencia de frenado, mayor rigidez y una suspensión revisada por obligación, que concluyó con nuevos amortiguadores y nuevos rodamientos metálicos.
Al igual que los muscle cars contemporáneos de Dodge, el Shelby Super Snake es fiel a la idiosincrasia widebody. Es decir, una carrocería ancha en la que los pasos de rueda adoptan más presencia que los del Dark Horse. En Snake R no es la excepción y evidencia el estilo en los guardabarros traseros, que protegen unas llantas de aleación de magnesio de 20 pulgadas. Como resultado, no solo gana una postura temeraria, sino mayor estabilidad en las curvas.
A puro alerón, porque, además del tipo cola de pato, el de pedestal, con sus endplates a los extremos, hace que el anterior pase a un segundo plano. La fibra de carbono abunda en estos elementos aerodinámicos traseros, incluyendo el difusor en la parte baja, pero se expande hacia el frontal, pasando por los faldones hasta llegar al spoiler delantero y las tomas de aire para el motor.
Este Shelby Super Snake R promete un desempeño en pista como pocas veces el Mustang, asociado más a la velocidad de punta y el ir para adelante, lo ha hecho. Con toda su carga aerodinámica, con las mejoras de su suspensión, nos da la pauta de que se trata de un deportivo diseñado para llevarlo al test drive e inmediatamente comprobar cómo responde al estirar el frenaje. Pero su espíritu de circuito entra a la cabina sin pedir permiso: aquí, nada de asientos traseros y, en lugar, una jaula antivuelco.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS