Si eres una persona a la que le sobra el dinero o no le importa gastarse todo su dinero en hacer que su coche esté reluciente y sea cada vez más perfecto, e incluso te gusta ver como el resto tira el dinero, sigue leyendo que esto te interesa. Siempre se ha dicho que dinero llama a dinero y de la mano de Rolls-Royce todo puede pasar. Hay coches que son históricos y hablan por ellos mismos en cuanto a su rendimiento y prestaciones, pero a veces para que eso sea posible hay que pasar por caja previamente y dejarse importantes cantidades de dinero.
Esto es lo que ha pasado con un Rolls-Royce Phantom de 2004, que ahora mismo se encuentra a la venta a un precio de 69.950 dólares, cuando su precio de venta oficial hace más de veinte años se situaba en unos 320.000 dólares. Este imperioso modelo ya te sorprende con su pintura plateada y un interior magnolia que se complementa con sus llantas de aleación y puertas suicidas traseras. Eso sí, si alguien duda de la originalidad de este coche, solo tiene que ver el capó con la insignia Spirit of Ecstasy, que cuando hablamos de lujo siempre más es más y poco nos parece para un coche de este tipo.
Con un motor V12 de 6,8 litros, llega a generar 453 CV originariamente, ahora, cualquier parecido con la realidad puede ser pura coincidencia. Pese a eso, este coche de lujo lo tiene todo para ser el centro de atención y vivir como la propia jet-set. Eso sí, prepara la cartera si quieres sacarlo a pasear y más viendo el precio de las últimas reparaciones a las que tuvo que someterse, que como se dice normalmente: para lucir hay que sufrir y nunca mejor dicho a tenor de lo que se dejaron en este modelo.
Más caro que el propio coche
Cualquier persona de clase media (si eso existe), cuando va a un taller y pregunta si es susto o muerte, mira su bolsillo antes de decidir si seguir o no con la reparación, pero con este Rolls-Royce Phantom no ha sido así. Reparado hace menos de un año, se llegaron a dejar 78.913,57 dólares, sí, casi 10.000 dólares más que su pecio actual de venta. Lo que una persona de a pie haría, que sería deshacerse del propio coche lo antes posible y comprarse otro nuevo, aquí se ha pasado por alto y eso nos encanta.
Desde el sitio de venta, Beverly Hills Car Club, lo han vendido como una acción donde se muestra “el cuidado y la atención meticulosamente que se han invertido en este vehículo”, la cuestión es venderte el coche sea como sea y se nota. Bien es cierto que es posible que una unidad salga defectuosa de la línea de producción, pero se tiene que ir muy sobrado para destinarle más del precio de venta para repararlo y más sabiendo la antigüedad del mismo. Si te sucede una vez nadie te dice que no te pueda salir de nuevo rana.
Alejandro Delgado
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