Para los amantes de los Chevrolet Corvette, Callaway tiene un significado especial. El preparador estadounidense es ampliamente conocido por tomar de base al icónico deportivo americano y añadirle más picante para convertirlo en un vehículo mucho más rápido. Modelos como el Callaway C12 o el brutal Sledge Hammer de 890 CV han contribuido a cimentar su fama. Pues bien, si eres un aficionado de este preparador estás de enhorabuena ya que Callaway, ha decidido poner a la venta una edición especial conmemorativa del 35 aniversario de su opción de producción “RPO B2K”. Esta versión, que se instaló en 510 ejemplares, se podía pedir en los concesionarios Chevrolet como extra desde 1987 hasta 1991, y añadía un poderoso motor Biturbo de 382 CV, amén de cambios estéticos y mejoras en el manejo.
Más adelante, en 2012, Callaway lanzó al mercado 25 unidades de su famoso “RPO B2K”, cuya denominación para esta opción limitada se mantuvo intacta, ya que conmemoraba los 25 años de esta versión. Los Corvette Grand Sport, tanto coupé como descapotable, fueron los elegidos para equipar esta mejora, que se basaba en un incremento de potencia hasta los 630 CV fruto de un sobrealimentador SC360. También contaban con aditamentos en fibra de carbono, además de un interior negro con elementos específicos, entre otras mejoras.
Finalmente, llegamos a la actualidad, dónde se ha vuelto a poner a la venta una edición especial conmemorativa del Corvete B2K; eso si, en este caso el protagonista es el Corvette C8, el primero con motor central trasero de la historia de Chevrolet. El paquete B2K 35TH Anniversary Edition celebra los 35 años de esta edición especial y está llamado a ser una opción para aquellos que busquen un toque de diferenciación respecto al Chevrolet Corvette, ya que no añade elementos de alto rendimiento al motor o al manejo.
El Callaway Corvette Twin Turbo fue el primero en contar con el extra denominado B2K. Añadía cerca de 27.000 dólares al precio base del Corvette pero suponía una transformación radical del comportamiento del mismo. El V8 de 5.7 litros producía en torno a 240 CV en 1987, con lo que el incremento de potencia hasta los 382 CV y elementos como las llantas de magnesio o el kit aerodinámico opcional, lo convertían en un coche completamente diferente; éste además podía hacerle frente a superdeportivos italianos como el Ferrari Testarossa por una fracción del precio.
El pack, en esencia, incluye una mejora aerodinámica que se traduce en un alerón delantero y trasero, taloneras y un difusor trasero; todo ello fabricado en fibra de carbono. También incluye un sistema de escape específico rematado con una salida en forma de doble D, que recorta en 18 kilogramos el peso del mismo. El ahorro de peso se completa con unas llantas forjadas que arañan otros 12 kilogramos, lo cual puede parecer poco, pero en elementos de masa no suspendida como lo son las ruedas, el efecto de la reducción de peso se ve magnificado. Por último, en el interior también se ha aportado una diferenciación, ya podemos observar elementos anodizados en los paneles de las puertas y unas alfombrillas específicas. Los pedales, por su parte, son específicos, realizados con aluminio mecanizado.
Por casi 35.000 dólares se añade todo lo anterior al modelo base del Corvette, lo cual no es poco, considerando que tampoco supone un nivel de mejora elevado, más allá de ciertos aditamentos y una ligera reducción de peso. No obstante, es una buena manera de entrar en la historia del idilio entre el Chevrolet Corvette y Callaway.
Francisco Jiménez
Ingeniero mecánico adicto a todo lo que queme gasolina… y por qué no decirlo, también de lo eléctrico. Mi meta es no dejar nunca de aprender la técnica que rodea a la automoción y si ya puedo transmitir lo poco que sepa, tanto mejor. Sí, soy de esos que no recuerdan muy bien los nombres de las personas pero jamás olvidan qué coche tienen.COMENTARIOS