El MINI Rocketman, aquel concept que vimos en el Salón de Ginebra de 2011 y que parecía descartado para la comercialización, podría acabar viendo la luz de una forma que nadie podía imaginar en aquel entonces. Será un modelo eléctrico y fabricado en China, de la mano de la joint-venture firmada en 2018 entre BMW y Green Wall, denominada Spotlight Automotive, con sede en Zhangjiagang. Fue confirmado oficiosamente el año pasado, tal y como recogió Autocar. Eso sí, no tendrá el impresionante sistema de puertas del Rocketman, por su elevadísimo coste.
De esta forma, el fabricante alemán sorteará el principal obstáculo con el que se encontró para llevar a cabo este proyecto, disponer de una plataforma lo suficientemente pequeña para poder desarrollarlo. Se presupone que será la del ORA R1, el urbano chino de Green Wall lanzado al mercado en 2019, modelo que cuenta con unas medidas muy similares al concept de MINI: 3,50 metros de longitud, 1,66 de anchura y 1,56 de altura, y una batalla de 2,48 metros.
El ORA R1 es un coche completamente chino que exteriormente recuerda a un smart ForFour, pero no está desarrollado junto a Daimler. Cuenta con un motor de 35 kW/48 CV, y un paquete de baterías de 33 kWh de capacidad, lo que le otorga algo más de 200 km de autonomía y una velocidad punta en torno a los 100 km/h. Se vende por unos 8.000 euros al cambio en su país, con el nivel de acabados y extras que cabría esperar de un vehículo chino de ese precio, muy alejado de los estándares de MINI.
Esto no quiere decir que el futuro modelo de la compañía británica vaya a ser tan austero. Probablemente, se aprovechará la base del chasis y también las baterías del ORA R1, pero la calidad del coche estaría en el mismo listón que cualquier otro modelo de MINI. Se apunta que el motor sería uno más potente, ya el del modelo chino se queda muy corto para la idea que ofrece BMW. Los alemanes también se encargarían de pulir cualquier detalle para que la sensación de conducción sea tan buena como se espera de un MINI.
En su momento, BMW descartó desarrollar el Rocketman en solitario por la dificultad de hacer un coche pequeño con el nivel de seguridad deseado y a un precio razonable
Su principal rival en el mercado lo encontraríamos también en China, donde se producirán de forma exclusiva a partir de 2022 todos los modelos de smart. El año pasado ya comentamos que Daimler había vendido la mitad de la compañía a la china Geely, que posee otras enseñas de renombre en Europa como Volvo, Polestar o Lotus. Su plan con smart es hacer una marca de urbanos Premium completamente eléctrica, algo que encaja perfectamente en el mercado automovilístico del gigante asiático, el más grande para el coche eléctrico hoy en día.
Este año, se venderán en torno a 2,4 millones de este tipo de vehículos en territorio chino, el 12 % del total de ventas que estipula la normativa del país en cuanto a electrificación. La mayoría de los modelos vendidos son productos completamente autóctonos, pero ya asoman la cabeza marcas como Tesla o algunas de estas joint-venture entre fabricantes chinos y extranjeros como Toyota o Volkswagen.
Si comparamos con otro mercado gigantesco como es el estadounidense nos damos cuenta de por qué es tan importante China para los coches eléctricos. En EEUU se adquirieron en 2018 menos de 400.000 eléctricos, el 2 % de un total de 17,2 millones de matriculaciones. Es por ello por lo que tiene todo el sentido del mundo desarrollar los vehículos eléctricos en el mercado que más se venden. Además, fabricando en el gigante asiático las compañías se benefician de las ventajas que ofrece la economía en escala de China, abaratando así los costes de producción.
Estos coches no perderán competitividad a nivel mundial por el hecho de ser fabricados en suelo chino, ya que se mantienen las normativas y estándares de calidad del Viejo Continente. Ahí radica la gran diferencia con el producto puramente nacional chino, que aún se encuentra lejos de esos niveles de calidad, como ya hemos visto en alguna ocasión. Recientemente Great Wall comprometió cuantiosos recursos financieros (577,3 millones de euros al cambio) y de ingeniería para Spotlight Automotive, lo que da pistas de que la parte china tendrá un mayor peso que la alemana.
Por todo ello, cada vez veremos más coches de marcas tradicionales tras las cuales se esconde este “alma china”, en especial cuando se trate de vehículos con motor eléctrico, como este más que posible MINI Rocketman. El mantra “coche chino = coche malo” ya quedó desterrado, al menos cuando están involucrados fabricantes occidentales, japoneses o coreanos, pero aún está por demostrar que un coche 100 % chino (del papel en blanco a coche puesto en concesionario) es tan bueno como cualquier otro a igualdad de precio.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS