Hace unos días se presentó en el Salón de Ginebra el Piëch Mark Zero, un deportivo eléctrico creado por Piëch Automotive, la empresa fundada por Toni Piëch, hijo del ilustre Ferdinand Piëch, junto a Rea Stark Rajcic. Con 611 CV y batería suficiente para recorrer 500 km con una sola carga, se trata de una propuesta de diseño muy interesante, que evoca las líneas de un afamado fabricante inglés.
Comencemos por el principio. Para los que no hayáis oído hablar de Ferdinand Piëch, es nieto del fundador de Porsche, Ferdinand Porsche, y artífice de lo que hoy es el Grupo Volkswagen. Durante su mandato al frente de la marca comenzó a adquirir compañías como Lamborghini, Bentley o Bugatti, que hoy siguen formando parte del grupo.
Fue hace tres años cuando Toni Piëch, hijo de Ferdinand Piëch, se unió a Rea Stark Rajcic, formando Piëch Automotive, empresa suiza con sedes en Zurich y Munich. La idea era crear un automóvil con una plataforma flexible y con futuro, dando como fruto su primer vehículo, el Piëch Mark Zero.
Las prestaciones estimadas del Piëch Mark Zero son un 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y 250 km/h de velocidad máxima
“Nuestro objetivo es intensificar la experiencia de conducción emocional utilizando tecnología de punta. La tecnología debe estar ahí para ayudar al conductor, no para distraerlo. Y se trata de proporcionar la sensación correcta de automóvil deportivo: conducir, ¡no ser conducido! Por supuesto, la arquitectura también está diseñada para la conducción autónoma, pero la estamos guardando para los modelos posteriores” -dijo Rea Stark Rajcic, co-CEO de Piëch Automotive.
El vehículo en cuestión es un bello cupé deportivo que personalmente me recuerda mucho a las líneas empleadas en Aston Martin, pues son proporciones de deportivo clásico tipo “zapato”: morro largo, cabina retrasada, voladizos cortos y una caída suave del techo hasta la trasera. Este diseño tiene sentido cuando necesitas colocar el motor térmico en posición central-delantera, aunque en el Mark Zero esto sea solamente un criterio de diseño por ser eléctrico, aunque gracias a su arquitectura flexible, podría convertirse fácilmente en térmico o híbrido enchufable.
Su tren motriz dispone de un motor eléctrico de 150 kW en el eje delantero, y otros dos motores en el trasero, cada uno con 150 kW. La potencia conjunta llega a los 450 kW, unos 611 CV. La batería del Piëch Mark Zero se sitúa en el túnel central y sobre el eje trasero, una configuración similar a la que emplea Rimac. De este modo los asientos se pueden colocar en una posición muy baja, casi pegados al suelo.
Gracias a las celdas empleadas en su batería, el Piëch Mark Zero se puede cargar hasta el 80 % en tan solo 4 minutos y 40 segundos
Las celdas de la batería proceden de la compañía china Desten y tienen la particularidad de que admiten corrientes muy altas de carga y descarga sin calentarse demasiado. Con esto se consigue que el Piëch Mark Zero pueda prescindir de la refrigeración líquida de la batería, y emplee en su lugar la refrigeración por aire, ahorrándose por el camino unos 200 kg de peso. Así el conjunto se queda en 1.800 kg en total, lo que no es demasiado teniendo en cuenta su autonomía de 500 km en ciclo WLTP.
Si el Piëch Mark Zero llegara a las calles, se estima un precio de venta de unos 200.000 euros. Gracias a su arquitectura flexible, la marca planea crear un SUV -cómo no- y una berlina de cuatro plazas, aunque indican que las combinaciones posibles pueden llegar a las 60.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS