Ford nos ha presentado su nuevo Ford Mustang 2023 que llega ya a su séptima generación, pero sorprendentemente lo ha desarrollado partiendo de la plataforma de la generación anterior, denominada S550. Esto podría significar que es la versión final del icónico modelo tal y como lo conocemos, dando pie a pensar que en la próxima generación se recurrirá a una plataforma electrificada que cambiará para siempre el modelo tras 58 años de historia. En este movimiento, Ford ha desestimado la utilización de la plataforma CD6, usada en el Ford Explorer estadounidense, conservando características similares a su predecesor, si no que le dice adiós a su posible electrificación y a ayudas de conducción autónoma.

Estéticamente, este nuevo Ford Mustang 2023 nos trae unas líneas más angulosas que su predecesor, contribuyendo con ello a aumentar su imagen agresiva. Por primera vez, los diseñadores de Ford nos proporcionan pistas visuales sólidas para diferenciar las dos versiones disponibles. La menos potente tendrá un estilo más discreto, rememorando la parrilla del Mustang original de 1964. Esta parrilla viene custodiada por las nuevas ópticas más delgadas que en su predecesor, y cuya novedad son unas nuevas luces LED de conducción diurna de tres puntos que también harán las veces de intermitentes secuenciales. La rejilla, en el caso de la versión más potente, contará con el marco en negro brillante y con un par de marcos a los lados que lo dotan de mayor agresividad.

Otro de los grandes cambios es un paragolpes delantero más cercano al suelo, y una gran salida de aire en el capot, que no solo expulsa el aire caliente del radiador, sino que también canaliza aire a alta presión desde las tomas frontales para reducir la resistencia al aire en el eje delantero. En la parte trasera, la versión más potente cuenta con un difusor más grande, y dos dobles salidas de escape en lugar de las dos simples de la versión básica. Las ópticas traseras continuarán la clásica configuración de tres barras verticales de este modelo y también efectuarán el trabajo de intermitentes secuenciales, al igual que las luces diurnas delanteras. Un gran alerón negro ocupa todo el ancho del vehículo en contraste con el color elegido. Este nuevo Ford Mustang respira de la influencia de sus antecesores, tanto es así que en la luneta trasera se han dibujado las siluetas de todos sus antecesores, esperemos que no sea a modo de despedida.

La línea continuísta del Mustang persiste en este nuevo modelo

Para las motorizaciones, al haber mantenido la misma plataforma, en el momento de salida van a estar las dos disponibles que ya están en el Mustang actual. La versión básica seguirá contando con el Ecoboost de 2,3 litros de cilindrada, pero Ford se ha apresurado a confirmarnos que ha sido profundamente modificado tanto en diámetro como en carrera del pistón, y se ha instalado un nuevo turbocompresor. Mientras tanto, la versión más potente cuenta con el ya conocido V8 de 5 litros de cilindrada, que no ha sido modificado tan drásticamente, pero que contará con una nueva admisión doble de aire frío que permitirá mejorar las cifras del anterior V8. Manteniendo la línea continuista, se comercializará con una transmisión manual de 6 marchas, pero solamente estará disponible en el V8. Una versión actualizada de la transmisión automática de 10 marchas será la única opción para el Ecoboost, y opcional en el V8.

Los dos modelos cuentan con un diferencial de deslizamiento limitado tipo Torsen y, por primera vez, el Mustang cuenta con un sistema electrónico que actúa sobre el freno de mano eléctrico para ayudar a mantener derrapando el eje trasero, pero solamente funciona en el modo Track. También dispone de un modo que permite burnouts infinitos, bueno, hasta que las ruedas lo soporten.

En su llegada, el nuevo Ford Mustang no nos trae grandes novedades en cuanto a suspensión se refiere, cuenta con un sistema McPherson para la suspensión delantera, y la trasera continúa con el sistema de suspensión independiente introducido en el modelo de sexta generación. Se ha hecho una nueva puesta a punto del chasis, endureciendo los silentblocks, los amortiguadores y los muelles. También se puede encargar con un paquete performance, que incluye unos neumáticos traseros de mayor sección, alcanzando los 275 mm, amortiguadores adaptativos Magneride, llantas de 19 pulgadas en lugar de las de 18 pulgadas de serie, y pinzas delanteras de seis pistones firmadas por Brembo y traseras de cuatro pistones.

El icono puede estar llegando a su fin debido a la legislación que se aplicará en un futuro cercano

El interior ha sido completamente rediseñado, abandonando la típica simetría del salpicadero de los Ford Mustang. Cuenta con unos asientos Recaro, y el salpicadero está ahora está presidido por dos pantallas, una de 12,3 pulgadas tras el volante, y una de 13,2 pulgadas en el centro y orientada hacia el conductor. El sistema de infoentretenimiento ha sido debidamente actualizado con el último software de Ford, el Sync 4. Este sistema permite grandes dosis de personalización, con lo que Ford espera atraer a público joven. Una de las personalizaciones más curiosas es la posibilidad de configurar en el cuadro una recreación de los relojes del Mustang que se comercializó entre 1979 y 1993.

Este modelo es de los pocos que pueden presumir de haberse mantenido a la venta desde su presentación, en 1964, y esperamos que este modelo no signifique un adiós prematuro del icónico modelo.

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