Las siglas GT-R son bien conocidas en este mundillo. La última generación de esta mítica saga es un deportivo rápido y eficaz que en nuestro mercado parte desde los 108.050 euros. Pero también hay formas de hacerse un matagigantes más económicas. El Nissan Skyline GT-R R32 que vemos en imágenes, una unidad de 1990, se ha vendido por poco más de lo que cuesta un compacto bien equipado.
A diferencia de su bisnieto, la saga R32 era más “pura” en su conducción. Un peso relativamente contenido de 1.430 kg frente a los 1.827 kg del GT-R actual, caja de cambios manual de cinco velocidades y, bajo el capó el poderoso RB26DETT de 2.568 cm3 y 280 CV, en ficha técnica. En la vida real, al salir del concesionario rendía más de 300 CV y, con unas pocas modificaciones que no implicasen reforzar el bloque, podía digerir más de 500 CV.
Cruzarse con un Nissan Skyline GT-R siempre puede ser una caja de sorpresas. Su motor biturbo de seis cilindros en línea puede superar el millar de caballos sin despeinarse
De acuerdo con la descripción del vendedor, este GT-R siempre ha recibido el mantenimiento y el cariño que se ha merecido. El coche tiene 70.000 kilómetros, y su motor fue reconstruido hace 6.500 km (3.370 euros) junto con un embrague y radiador sustituido. Es una mecánica que, a pesar de sus años, funciona sin ruidos ni problemas. Las juntas del colector de admisión han sido reemplazadas y rociadas con cobre, así adiós a las fugas y el humo blanco saliendo del capó. El sistema de tracción total Attesa ha sido completamente revisado y restaurado, e incluso ha sido pintado de nuevo en el gris original de fábrica.
Su mantenimiento ha sido pulcro, y no quedan muchos ejemplares en estado original. Los turbos ni siquiera han sufrido modificación alguna, siguen funcionando a los mismos 7 psi de hace 29 años. Del mundo aftermarket tan solo recibe un escape recto firmado por Apexi, unas pinzas de freno azules, un nuevo pomo para la palanca de cambios y nuevos manómetros. La radio también se ha sustituido; al otro lado del charco los equipos japoneses no funcionan. Y, extrañamente, el alerón trasero ha desaparecido. Algunos preferirán la discreción que posee ahora, pero a título personal, lo preferiría con él.
Este GT-R en concreto está a la venta en Orlando, Florida, y su actual dueño pide 23.000 dólares, el equivalente a 20.400 euros, lo mismo que cuesta un Volkswagen Golf 1.0 TSI de 115 CV en España. No es que sea noticia por ser una ganga, los GT-R R32 aún no han llegado a la gran burbuja en la que están sumidos los R34. Pero esta unidad está completamente restaurada, libre de amenazas y caras reparaciones, además de haber sido extremadamente bien cuidado.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS