A mediados de este año pudisteis leer aquí cómo un automóvil eléctrico de proporciones poco convencionales y extraño nombre batía el tiempo récord de ascensión a la colina de Goodwood. Hoy, el McMurtry Spéirling vuelve de nuevo a espíritu RACER para contaros que acaba de convertirse en el automóvil capaz de la más rápida aceleración del mundo.
Hemos conocido esta noticia gracias a un vídeo del famoso canal de Youtube Carwow, con quien ha colaborado la joven marca británica, creada en 2016 por Sir David McMurtry, para establecer este récord. Mat Watson, su habitual presentador en Reino Unido, ha sido quien se ha puesto al volante de este McMurtry Spéirling en el circuito de Silverstone, donde ha llevado a cabo diversas tandas hasta marcar los tiempos que han quedado escritos en los registros.
Los 1.000 CV de potencia que entrega su sistema eléctrico permiten al McMurtry Spéirling alcanzar las 60 millas por hora —unos 97 km/h— desde parado en tan solo 1,4 segundos, medio segundo más rápido que el récord anterior. Para recorrer el cuarto de milla —unos 402 metros—, este monoplaza británico tan solo requiere de 7,97 segundos —. Podéis ver el vídeo en cuestión a continuación.
El McMurtry Spéirling, gracias al apoyo aerodinámico extra —y sin coste en términos de arrastre— que le proporcionan sus ventiladores, ha pulverizado las mejores marcas establecidas hasta la fecha en aceleración de 0 a 100 km/h y el cuarto de milla para un coche de calle
Las marcas logradas por el McMurtry Spéirling mejoran los registros del Rimac Nevera, que marcaban el récord hasta la fecha, y aquel lo consigue pese a que sus dos motores eléctricos solo mueven el eje trasero, y gracias a las especialísimas características de este vehículo. Y es que a la hora de trasladar la potencia eléctrica al suelo a través de sus neumáticos posteriores, de 240 mm de sección, el McMutry Spéirling —que significa “tormenta” en irlandés, por cierto— se beneficia de sus dos ventiladores, al estilo del efímero Brabham BT46B a bordo del cual Niki Lauda venció en el Gran Premio de Suecia de 1978. Estos son capaces de aspirar el aire bajo el vehículo y generar un apoyo aerodinámico equivalente a 2.000 kg de fuerza descendente desde el momento en que se ponen en funcionamiento. A 250 km/h y gracias a su silueta —especialmente su muy prominente alerón trasero—, llegan a añadirse otros 250 kg.
De este modo, el McMurtry Spéirling es capaz de producir fuerzas laterales de hasta 3 G. Además, pesa menos de 1.000 kilogramos —muchos de los componentes son de fibra de carbono— y tiene unas proporciones similares a las de un monoplaza de Fórmula 1 de 1960: menos de 1,1 metros de alto, 1,7 m de ancho y 3,5 m de longitud. No hay mucho espacio para ocuparlo con las celdas que conforman su batería, pese a lo cual desde la marca declaran que la versión con portamatrículas de este vehículo ofrecerá hasta 500 km de autonomía en un uso tranquilo. En caso de buscarle las cosquillas en circuito —quién se podrá contener—, una carga completa permitirá 25 minutos de diversión extrema y tortura para los órganos internos en cada curva.
Actualmente, la empresa británica se encuentra preparando la versión del McMurtry Spéirling apta para las vías públicas. De hecho, desde su página web ya se puede solicitar más información acerca de la posibilidad de adquirir uno, en caso de estar interesado, ya que parece que solo se fabricarán bajo pedido. Acerca del precio, solo sabemos que su precio se situará por encima del millón de euros por unidad.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS