Este es el prototipo McLaren Mustang M81, cuando McLaren trabajó para Ford con 250 unidades planificadas, que se construirían como una asociación entre McLaren Engines y SVO de Ford. Al final, solo se construyeron 10 unidades debido al alto precio, y hoy se encuentran entre los Mustang de producción más raros jamás fabricados. McLaren Engines se estableció en los Estados Unidos en 1969 por la leyenda de las carreras Bruce McLaren, también fundador del famoso equipo de Fórmula Uno del mismo nombre.
La historia de este Mustang es, cuanto menos, curiosa. McLaren Engines se estableció para ser la instalación principal para los esfuerzos de carreras de McLaren en los Estados Unidos, mientras que McLaren en Inglaterra permaneció enfocada en el programa de carreras de Fórmula Uno de la compañía. Aunque hoy en día el nombre McLaren es más famoso por su larga historia en la F1, el impacto que tuvieron los motores McLaren en la escena norteamericana fue inmenso. La compañía fabricó motores para Can-Am, para Indy y para innumerables proyectos dentro de los Estados Unidos.
McLaren ganó cinco campeonatos Cam-Am consecutivos, construyeron motores para tres ganadores de las 500 Millas de Indianápolis y desarrollaron la variante turboalimentada del exitoso motor Cosworth DFV que impulsaba los IndyCar tanto de Team McLaren como de Penske Racing. Fue adquirida por Linamar Corporation, con sede en Canadá, y sigue operativa hoy en día como subsidiaria, trabajando con fabricantes de automóviles norteamericanos en el desarrollo de motores.
Para cuando se planteó el proyecto del McLaren Mustang M81, ya era muy conocido en los Estados Unidos gracias a los éxitos del equipo McLaren en las carreras de Can-Am. Los relucientes vehículos estampados de Papaya Orange del equipo habían dominado durante años, todos propulsados por motores V8 estadounidenses altamente modificados tras pasar por sus manos. El M81 McLaren Mustang fue concebido como una especie de versión de la década de 1980 de los Shelby Mustang de la década de 1960, uno de los muscle cars más deseados a día de hoy.
La unidad de Operaciones de Vehículos Especiales (SVO) de Ford se fundó a principios de la década de 1980 y el M81 sería su primer gran proyecto, al que precedería en 1984 el Ford Mustang SVO, que se vendió en cantidades mucho mayores, con casi 10.000 fabricados entre 1984 y 1986. En los Estados Unidos y en todo el mundo, las nuevas restricciones de emisiones y los estándares de eficiencia de combustible significaron que los V8 de gran cilindrada de años pasados no serían suficientes y se necesitaban nuevas tecnologías de motores.
Para el nuevo Mustang Fox Body, Ford había desarrollado el motor de cuatro cilindros en línea de 2,3 litros con un turbocompresor que producía casi tanta potencia como el V8 de 4,9 litros, con 131 CV frente a 139 CV. En 1980, el mundo dio un vuelco cuando se redujo la cilindrada del V8 a 4,2 litros y se redujo la potencia: por primera vez, un Mustang de cuatro cilindros era más potente que la versión V8. Así nació McLaren Mustang M81, y todo porque Ford necesitaba hacer que el automóvil turbo de cuatro cilindros pareciera mejor que el V8, y recurrieron a McLaren y a su nuevo departamento de SVO para que los ayudaran.
Los ingenieros de SVO tomaron el Fox Body Mustang estándar y ensancharon las aletas al más puro estilo IMSA, montaron llantas de aleación BBS más anchas, e instalaron conductos de freno funcionales en la parte trasera. A ello añadieron frenos más grandes, muelles más duros, amortiguadores Koni ajustables, y barras estabilizadoras más duras a juego, para acabar de rematar la estética con un nuevo capó abultado. En el interior del automóvil se instalaron asientos Recaro, se agregó un volante Racemark junto con relojes Stewart-Warner, una barra antivuelco atornillada y se ofreció aire acondicionado como un extra opcional.
Ahora que ya presentaba un look de lo más amenazador, necesitaría mucho más que los 131 CV estándar. El motor se envió a McLaren Engines, que lo desmontó, y trabajó la culata al máximo, se equipó un nuevo turbo que podía producir de 0,3 bar a 0,75 bar de sobrepresión, siendo esto ajustable desde el interior del automóvil. Este motor era capaz de generar 175 CV a 0,7 bar y 210 Nm a 3.000 rpm, aunque cabe indicar que dicha cifra de par era en la configuración de presión más baja. Según los estándares de la época, el M81 era una bestia y Ford planeaba vender 249 de ellos, con un automóvil adicional como prototipo.
Quizás el problema más importante con el automóvil fue el costo que implicaban todas esas mejoras, ya que no fueron baratas, y el precio de salida fué de 25.000 $ en 1980, el equivalente a 91.576 $ en 2023. A ese precio, muchos de los potenciales clientes podían añadir unos 10,000 $ más y olvidarse del Mustang para comprarse un Ferrari 308 GTS. Como era de esperar, no se vendieron muchos, solo se fabricaron 10, incluido el prototipo, lo que significa que ahora se encuentran entre los Mustang de producción más raros jamás construidos.
Siete de ellos se terminaron en Bittersweet Orange (similar al famoso Papaya Orange de McLaren), uno se terminó en negro, uno en blanco y hubo dos Enduro. No he conseguido encontrar exactamente cuál es este ´último color, pero supongo que estará entre un verde y un marrón tan utilizado en la época.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS