Hyundai ya no es aquel fabricante “low cost” que llegó a Europa hace muchos años, lejos quedan los Hyundai Accent y Hyundai Lantra. Hoy, Hyundai es una de la referencias mundiales en cuanto a electrificación e incluso se atreven con la pila de combustible, demostrando que son capaces de cualquier cosa y que no le tienen miedo a nada ni a nadie. De hecho, su demostración de poderío también se refuta en el cierre de su división de desarrollo de motores de combustión.
Toda la industria automotriz está virando sus objetivos y sus inversiones hacia la tecnología eléctrica, la única que podrá superar las próximas normativas diseñadas, expresamente, para poner coto al motor de combustión y a la contaminación. Hyundai, concretamente, se ha puesto como fecha límite el año 2035 para dejar de comercializar en Europa vehículos con motor de combustión interna, ya sean gasolina o diésel. Y para eso, no pueden invertir más en el desarrollo de esos motores.
Un motor de combustión interna tiene una vida media de al menos 10 años, eso como poco, pues con diferentes evoluciones se puede estirar su vida comercial un puñado de años más. Ahí tenemos el ejemplo del 1.4 TSI de Volkswagen, que se estrenó en el Volkswagen Golf V y todavía hoy sigue dando vida a varios modelos del grupo (principalmente como parte del grupo motor híbrido enchufable de VAG), seguir desarrollando motores de este tipo no será rentable porque dentro de 10 años, esos motores no se podrán comercializar.
Hyundai, hasta ahora, tenía su centro de desarrollo en la localidad de Namyang, unas instalaciones que comenzaron a funcionar en 1983 en Corea del Sur y que están consideradas como el cerebro del grupo Hyundai. Ese centro ya no trabajará más con motores de combustión, según informa el periódico “The Korea Economic Daily”, pasando a centrar todos sus esfuerzos en la electrificación de la gama de productos. Para eso, las instalaciones deben ser adaptadas a sus nuevos objetivos. Hyundai también ha establecido un centro de diseño y desarrollo de baterías.
El Centro de Investigación y Desarrollo de Namyang tiene todo lo que podría desear un fabricante de automóviles: división de diseño e ingeniería, laboratorio de tren motriz, instalaciones de pruebas de impactos, zonas de pruebas de toda índole, túnel de viento e incluso unas carreteras con más de 3,3 millones de metros cuadrados de terreno.
Si estás pensando en la división N de Hyundai, esa que tanto da que hablar cada vez que se pone un nuevo modelo en circulación, tu intuición no falla. Los modelos N de Hyundai han salido del Centro de Investigación de Namyang y, efectivamente, se verán afectados por este cambio de rumbo. Nada se sabe por el momento, pero es evidente que los Hyundai N se pasarán a la electricidad más pronto que tarde.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS