Half11: por amor al Porsche 917

Half11: por amor al Porsche 917

Dos hermanos residentes en California han creado este híbrido entre "nueveonce" y F1


Tiempo de lectura: 5 min.

Hace un par de años, dos hermanos gemelos de origen ucraniano, asentados en Estados Unidos, concitaron la atención de todo el planeta automovilístico al desvelar una extraña creación. Mitad Porsche 911, mitad F1, lo denominaron Half11 y nos dejaron a todos boquiabiertos con ese engendro cuyas ruedas traseras estaban descubiertas. En el SEMA Show de este año, que se ha celebrado en Las Vegas durante estos últimos días, hemos podido ver de nuevo este prototipo, aunque con una imagen algo diferente, ya que ahora está más carrozado.

Todo comenzó una tarde en la que Nikita e Ilya Bridan, que es como se llaman los responsables de esta pieza, estaban aburridos en su garaje, y decidieron cortar a la mitad un chasis de un Porsche 912 de 1966 que allí descansaba. No estuvieron motivados simplemente por un afán destructor, sino que su intención era crear a continuación algo similar al Porsche 917, cuya entrada en la Can-Am en 1972 puso patas arriba la competición, propiciando en última instancia su decaimiento.

Después de años de trabajo, Nikita e Iliya Bridan han podido terminar satisfactoriamente su proyecto Half11, inspirado en la imagen de los Porsche 917 que dominaron en la Can-Am en los años 1972 y 1973

Half11 01

Aquel coche de carreras del fabricante alemán estaba movido por un propulsor de doce cilindros en disposición bóxer, una arquitectura que no estaba al alcance de los Bridan para su versión moderna. Durante el debate mantenido para encontrar un motor propicio, se consideraron desde unidades bóxer de seis cilindros, refrigeradas por aire, hasta un V8 originalmente instalado en un Porsche Cayenne. Finalmente, la solución la encontraron en su país de acogida: un bloque LS3 de Chevrolet. El V8 que instala fue preparado por JMS Racing Engines, también californiana, y entrega 660 CV de potencia máxima a 9.000 revoluciones por minuto. Entre los cambios implementados, podemos destacar un sistema de lubricación por cárter seco, que también permitió ubicarlo en una posición más baja tras el habitáculo, así como su sistema de escape, diseñado por el propio Iliya Bridan. La caja de cambios procede de un nueveonce GT2 de generación 996, y es manual de cinco relaciones.

Pero, si bien disponían de los paneles de la carrocería del Porsche 912, no contaban con un chasis sobre el que construir su Half11. Nikita Bridan decidió utilizar un programa informático —Fusion 360— para elaborar diferentes diseños de una arquitectura tubular para su futuro automóvil. Tras darse por satisfecho con unos planos, contactó con una empresa para que lo fabricara. Sin embargo, el chasis producido no cumplía con los estándares de calidad esperados, y los Bridan se vieron invadidos por el pesimismo, aunque no dudaron en mostrar su idea en redes sociales.

Cuando compartieron las primeras imágenes de su Half11, se encontraron con la cáustica reacción del mundillo. “Revisionistas” los llamaron, y los Bridan celebraron que la comunidad de aficionados al automóvil hubiera entendido de qué iba su idea. Con el impulso que les aportó saber que estaban haciendo las cosas bien, retomaron su proyecto y Joe Scarbo, de Scarbo Performance, fue quien les ayudó a culminar su Half11. Esta empresa, también californiana, produjo tanto el chasis tubular como las suspensiones de ambos ejes, aprovechándose para ello de su experiencia fabricando réplicas de monoplazas de Fórmula 1.

Su carrocería de aluminio favorece un peso total de solo 840 kg, que permiten que los 660 CV de su V8 LS3 lo impulsen hasta los 100 km/h en solo 2,5 segundos, con 322 km/h de velocidad punta


Solo cuatro días requirió la fabricación de estos elementos, y los Bridan, entusiasmados, pudieron seguir contactando con proveedores para los componentes restantes. Rotiform fue la compañía responsable de sus llantas, con anclaje monotuerca y 15 pulgadas de diámetro. Los neumáticos los aporta Avon, con 280 milímetros de anchura en el eje delantero y 380 en el posterior. Sin embargo, en este punto, cuando ya todo parecía solucionado, decidieron que los paneles del Porsche 912 que habían motivado todo este proyecto no eran suficientemente buenos para el Half11. Necesitaba una carrocería de aluminio y, debido a que no tenían conocimientos acerca de cómo trabajar este material, tuvieron que buscar un nuevo socio. Jake Krotje, de Flying Dutchman Industries, fue quien resolvió esta última pieza del rompecabezas, y se encargó de fabricar la carrocería de aluminio que veis en las imágenes, inspirada en la silueta aerodinámica propia de los modelos que compitieron en la Can-Am hace ya medio siglo.

Este Half11 es el resultado de la pasión de estos dos hermanos por los automóviles y, especialmente, por su diseño. Después de haber trabajado para numerosos fabricantes de renombre, como Toyota, Genesis o General Motors, han podido sacar adelante su proyecto más personal, que no se quedará en solo un prototipo. Esta unidad, que ya está a la venta por un precio de 600.000 dólares estadounidenses —unos 561.000 euros, según el tipo de cambio actual—, será la primera de una serie de, al menos, 24 más. Y en Oil Stain Lab, la marca con la que Iliya y Nikita Bridan identifican sus trabajos, ya habla de construir una versión cupé.

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David García

No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.

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