GM trabaja en dos nuevos V8. ¿Se acaba por fin la monserga ECO?

GM trabaja en dos nuevos V8. ¿Se acaba por fin la monserga ECO?

Si se une a RAM, tendremos V8 para rato


Tiempo de lectura: 5 min.

GM ha decidido invertir casi 900 millones de dólares en desarrollar dos V8 completamente nuevos justo en un momento en el que parecía que este tipo de motores iba a desaparecer como las cabinas de Telefónica. Sí, mientras muchos fabricantes se aferran a los seis cilindros turbo para cumplir con las normativas, GM va a contracorriente y anuncia algo que suena a otra época pero que sigue teniendo un sentido enorme para su mercado.

La noticia ha sorprendido incluso dentro de Estados Unidos, donde el V8 sigue siendo casi patrimonio cultural, pero no porque la gente no los quiera, sino porque nadie esperaba que GM apostara tanto dinero por algo que muchos daban por amortizado. Con un panorama desolador lleno de discursos sobre descarbonización e hibridación, esto suena casi a un “anda y que os den” a los grandes poderes.

Dos cilindradas para cubrir todo el abanico

Según la información filtrada, la GM trabaja en dos motores muy diferentes entre sí. El primero sería un 5.7 litros destinado principalmente a las pick-ups como la Silverado 1500. No se trata de un lavado de cara de los V8 actuales, sino de un bloque completamente nuevo que promete ser más eficiente sin sacrificar la contundencia que se espera de un motor así.

La idea es que este 5.7 sustituya tanto al 5.3 como al 6.2 que hoy ofrece la Silverado. Si se confirma la mejora del 6% en consumo respecto al actual, no sería ninguna tontería que donde los V6 turbo van ganando terreno, GM quiere seguir teniendo una opción capaz de aguantar cargas reales sin pasarlas canutas.

Corvette motor

Esta apuesta gana más fuerza que un Hellcat porque en Estados Unidos las pick-ups siguen siendo herramientas antes que coches de paseo. Aunque los V6 modernos tiran bien, son muchos los clientes que prefieren la entrega suave y el carácter atemporal de un V8 grande, y ese público sigue siendo enorme, y GM no piensa regalarlo.

En resumen: no es nostalgia, es negocio, y uno de los buenos.

El 6.6, el que puede darle otra vida al Corvette

El segundo motor es el más goloso porque es un V8 de 6.6 litros orientado a modelos de altas prestaciones. El informe menciona al Corvette sin rodeos, y tendría todo el sentido del mundo porque el deportivo utiliza ahora un 6.2 de varillas en las versiones básicas y un 5.5 de cigüeñal plano en las radicales. Con un 6.6, Chevrolet podría crear variantes nuevas sin tocar los motores actuales.

Un motor así permitiría configuraciones atmosféricas, turbo e incluso híbridas, según cómo avance la gama. La modularidad es la clave: GM quiere un V8 grande que pueda adaptarse a distintos modelos sin que cada uno necesite un desarrollo específico, y eso permite amortizar antes la inversión.

Motores GM (3)

 

Además, un 6.6 devolvería al Corvette parte del músculo que ha perdido en los últimos años por culpa de las normativas. No hablamos solo de potencia, sino de carácter que un motor grande transmite algo que ningún seis cilindros puede imitar, por muy rápido que sea.

Si todo va como parece, este 6.6 convivirá con el 5.5 durante bastante tiempo, cada uno con su propio enfoque. Uno para sensaciones puras, el otro para sacar pecho en cifras.

Una apuesta que desafía la corriente

GM no lanza estos motores por romanticismo sino porque tiene clientes que todavía piden V8, y no son pocos, ya lo demostró la cola de pedidos de RAM cuando se anunció la vuelta del Hemi. En segmentos como las pick-ups o los deportivos, la electrificación completa sigue siendo una teoría más que una realidad, y se nota.

Tampoco es que estos motores vayan a ser dinosaurios tecnológicos porque se espera que ambos V8 estén preparados para sistemas híbridos y utilicen aluminio en buena parte de su construcción. GM quiere motores grandes, sí, pero no quiere motores torpes.

Motores GM (1)

La incógnita está en cuánto tiempo podrán convivir con las normativas que vienen, porque ni siquiera Estados Unidos es tan permisivo como lo era hace 15 años, y cada generación de límites de emisiones exige un salto técnico. GM lo sabe y parece decidida a apurar al máximo la ventana de oportunidad.

Al final, la clave es que si los clientes los quieren y las leyes aún los permiten, GM los va a hacer, y punto.

¿Y qué pasa con el sermón ECO?

Este anuncio no cambia la industria pero sí manda un recado claro: que la electrificación total no debe ser obligatoria ni puede ser inmediata. Hay fabricantes que aún están dispuestos a seguir caminos propios sin plegarse a la corriente dominante, y GM es uno de ellos.

Europa, por ejemplo, y por desgracia, vive instalada en una especie de catecismo medioambiental que obliga a justificar cualquier motor que queme gasolina sin tener en cuenta mínimamente las realidades de los ciudadanos. En Estados Unidos el enfoque es menos dramático, y GM prefiere dejar a un lado los discursos para centrarse en lo que pide un mercado doméstico que sigue queriendo V8.

Chevrolet IA

Es cierto que la presión regulatoria continuará, porque el caramelo de controlar hasta el menor aspecto de la vida es muy goloso, y estos motores tendrán que convivir con eléctricos e híbridos en una transición que durará lo que dictaminen los reguladores… y los compradores.

Mientras tanto, la noticia deja una conclusión muy simple: que el V8 se resiste a morir, y que una marca como GM todavía apueste por él, incluso en 2025, demuestra que hay más vida fuera de la ortodoxia eléctrica de lo que muchos quieren admitir.

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Sobre mí

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.

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