Poco a poco, sin que casi nadie se de cuenta, estamos viajando hacia un mundo donde los motores de combustión no tienen cabida. Seguimos el camino de las cero emisiones, de la electrificación del automóvil y de la intrusión en las labores del conductor con todo tipo de sistemas electrónicos. Lo llaman evolución y en parte, es totalmente necesaria. Podemos quejarnos de la falta de “alma” de un coche eléctrico, podemos llamarles electrodomésticos o neveras con ruedas, pero los coches eléctricos son el siguiente paso en la evolución del automóvil. Menos entendible y aceptable son otros apartados, como la conducción autónoma… ¿de verdad hay mercado para un vehículo que te lleva y te trae sin que los ocupantes hagan nada? Para eso está el transporte público, ¿no?

El caso es que vamos a ser testigos de un cambio drástico, aunque haya todavía compañías que buscan un hueco por donde salvar la tecnología actual, aunque sea empleando combustibles fósiles o hidrógeno. Pero mientras se logra ese objetivo, hay cosas que no volveremos a ver en mucho tiempo, como los motores de combustión de elevada cilindrada y en primer lugar, están “muriendo” los grandes y deseados motores V12, tanto atmosféricos como turboalimentados. Mercedes y BMW ya anunciaron que dejaban de fabricar motores de doce cilindros, incluso BMW ha lanzado una edición especial limitada en Estados Unidos, mientras otros fabricantes buscan la forma de salvar estos propulsores.

No obstante, en este camino hacia la desaparición de las emisiones contaminantes, tenemos que decir adiós a otro retazo de clasicismo y vieja escuela, porque el Ferrari 812 Superfast ha cerrado la cartera de pedidos, afrontando el final de su producción. El gran V12 atmosférico de Ferrari abandonará la línea de montaje tras completar las entregas pendientes, dejando únicamente como posibles con el V12 de aspiración natural el Ferrari 812 Competizione, que seguirá en producción hasta bien entrado 2023 (se fabrican muy pocos y de forma casi artesanal).

Ferrari 812 GTS

Las normativas de emisiones, principales culpables

Para encontrar los motivos del cese de producción del gran GT V12 de Maranello, no hay que irse muy lejos. El principal motivo reside en las próximas normativas de emisiones, que serán muy restrictivas y muy complicadas de superar con un motor tan grande como el que da vida al Superfast del Siglo XXI. Ferrari tendrá que adoptar otras soluciones para su buque insignia si quiere mantener los motores V12.

Enzo Ferrari fundó su compañía para fabricar motores V12, casi en exclusiva para fabricar motores de doce cilindros. Por eso, durante mucho tiempo, los Ferrari solo tenían motores de este tipo y además, colocados delante del habitáculo. Es la base sobre la que se ha cimentado la fama de Ferrari, aunque con el tiempo acabaran llegando otros propulsores, algo lógico si se quería mantener la empresa a flote. Ahora, en Maranello tienen que buscar una fórmula para mantener sus V12 en producción, aunque tampoco hay muchas opciones.

Lamborghini, por ejemplo, recurrirá a la electrificación, es decir, convertirá sus motores de doce cilindros en híbridos, transformando todo el catálogo a esta tecnología antes de 2023. En Ferrari todavía no sabemos que harán, aunque la hibridación como en el caso de Lamborghini sería una buena opción, pues ya han puesto en circulación algo así con el Ferrari LaFerrari, aunque no era un híbrido convencional. No obstante, sí que dejaron claro en su momento, allá por 2013, que el sistema KERS aplicado al LaFerrari (derivado de la Fórmula 1, como cabría esperar) era modular, pensado para ser evolucionado y empleado en otros modelos de la marca.

Ferrari 812 Competizione

El motor atmosférico más potente jamás construido

La vida del Ferrari 812 Superfast comenzó cuando se dejó de producir el genial Ferrari F12 Berlinetta, el último Gran Turismo V12 de Maranello diseñado por Pininfarina. Apareció en el año 2017 como la máxima expresión de Ferrari, siempre sin contar con los modelos especiales, claro está. Representaba el “auténtico” Ferrari, un Gran Turismo de altísimos vuelos (y altísimo precio, 339.000 euros), con motor V12 atmosférico colocado por delante del habitáculo.

Ese motor V12, de 6.5 litros, fue declarado como el motor de aspiración natural más potente jamás fabricado gracias a sus 800 CV a 8.500 revoluciones con 718 Nm de par a 7.000 revoluciones. Fue superado por el motor del 812 Competizione, con 830 CV, que será el único que se mantendrá en producción hasta que se acaben las unidades previstas. Ahora solo nos queda esperar para ver que nos tiene preparado la marca para reemplazar a su buque insignia.