El Toyota GR Yaris es uno de los mejores coches de producción de los últimos años. Toyota ha devuelto el espíritu de los rallies a las calles con un coche muy especial, ayudado por el tricilíndrico más potente del mercado y una tracción a las cuatro ruedas espectacular, el GR Yaris es un futuro clásico. Pero como siempre, hay inconformistas que buscan los límites más allá, y por eso este Toyota Yaris preparado es casi tan rápido como un GR Yaris, y a pesar de que hace la vuelta 1,5 segundos más lento en el circuito de Willow Springs, nos hace añorar aquella época en la que un pequeño deportivo le ponía las cosas difíciles a uno grande.

Antiguamente, existía un sector de la población joven que buscaba (y podía) conseguir un pequeño deportivo, si no nuevo, con relativamente pocos kilómetros y un precio asumible. Esa estirpe de pequeños cascarones de alrededor de 1.000 kg con motores atmosféricos de entre 1,3 y 2 litros de cilindrada, permitían “hacer manos” a los conductores nóveles aficionados al motor. Otra de las peculiaridades de este tipo de coches, es que podías ir a una cuneta a ver un rally, o a la pelouse de un circuito, y verlos preparados correr en campeonatos, en ocasiones monomarca.

Citroën Saxo VTS 16V, Peugeot 206 GTi… son muchos los ejemplos, y muchos de ellos estaban denostados por su peligrosidad, generalmente, a manos de un conductor novato. A día de hoy es bastante más difícil, a pesar de existir opciones, si buscas un vehículo pasional, quizá el acceso a algo decente sea el Hyundai i20 N. Como parte de ese espíritu racing de los antes citados, existía todo un mercado de piezas para poder mejorar tu pequeño deportivo, pudiendo hacerte tu coche prácticamente a medida.

Este es el camino seguido en este Toyota Yaris, que con su voluntarioso VVT-i de 1,5 litros atmosférico desarrolla 105 CV, pero Rassool le ha dotado de las mejoras necesarias para que pueda rozar los tiempos del todopoderoso GR Yaris. Vale, todos estamos de acuerdo en que 1,5 segundos es un mundo, pero siendo casi 20 años más viejo, y probablemente con un precio de la mitad del precio del GR Yaris, renunciando a la comodidad puede acercarse al GR Yaris.

Para ello se prescindió de todo lo superfluo, ya que el secreto no está en tener una potencia excesiva, sino un peso liviano que permita ganar el tiempo que se pierde en las rectas a cambio de poder ser más incisivo en las curvas. Para esta tarea también se le dotó al pequeño Yaris de una suspensión nueva con geometría más agresiva, llantas ligeras calzadas con neumáticos semislick, y la joya de la corona, un diferencial de deslizamiento limitado.

Con todas estas y alguna mejora más, el paso por curva del pequeño Toyota Yaris se convirtió en adictiva, y controlando las presiones y temperaturas de los neumáticos pudo realizar tal hazaña. Para el día a día es excesivo, pero como coche proyecto para los fines de semana, ¿tú con cuál te atreverías? Un Suzuki Swift GTI, o quizá algo bastante más moderno como el Toyota Yaris del video, puede ser un proyecto más que interesante.