Dodge Viper. Estarás con nosotros en que el Viper es uno de los coches más bestias que se han puesto en circulación, y uno de los más carismáticos y espectaculares –si no habéis visto uno en vivo, cuando lo hagáis entenderéis muchas cosas–, pero también es un coche que en su última iteración nunca triunfó. El Dodge Viper fue un incomprendido, aunque también es justo reconocer que tampoco era el coche más avanzado del mundo y que su desproporcionado V10 8.0 es un propulsor que no cuadra con los tiempos que corren. Y vaya, tenemos que decirlo: ¡ojalá hubiera más coches que no cuadran con los tiempos que corren!
La producción del último Dodge Viper se detuvo en el año 2017, hace seis años –siete años si tenemos en cuenta que estamos en 2024, aunque sea por unos días–, y todavía mantiene esa imagen de coches salvaje, bruto, macarra, un coche sin compromisos y solo apto para conductores de manos rápidas, cabeza bien asentada y mucho dinero para darle de beber. Un automóvil pasional como ya no quedan, y por supuesto, un coche de auténtico culto.
Sin embargo, y de forma totalmente sorprendente, en 2023 se vendieron dos unidades totalmente nuevas en Estados Unidos. En el listado de ventas que ha publicado Stellantis, todo repleto de aumento de matriculaciones de SUV, se esconden dos unidades del Dodge Viper, un dato curiosísimo, aunque merece la pena recordar que en 2022 el Viper también vendió, aunque solo fue una unidad. Las dos unidades registradas se vendieron en el cuarto trimestre de 2023. ¿Serían los dos Viper para el mismo cliente?
La cuestión ahora es, ¿todavía quedan unidades en stock del Viper? Es obvio que no Stellantis no se ha molestado ni lo más mínimo en fabricarlos, así que podemos estar seguros de que todavía quedan unidades del Viper por ahí perdidas, esperando un nuevo hogar. Hogar, por cierto, que debería quedarse en Estados Unidos, el Viper no se podría vender en Europa “a estrenar” porque no superaría las normativas de emisiones. No importa que se haya fabricado en 2017, estaría obligado a cumplir las últimas y más restrictivas regulaciones.
El Dodge Viper se fabricaba en unas instalaciones situadas en Conner Avenue, en Detroit, una factoría que era la más pequeña de la entonces FCA –FIAT Chrysler Automobiles– que cerró cuando la producción del Viper se detuvo. La fabricación del Viper llegó a su fin por diferentes motivos. Por un lado, las ventas había bajado notablemente, pero además, las normas federales de seguridad obligaban a que los coches equiparán airbags laterales de cortina. Según expiró Ralph Gilles, jefe de diseño de FCA en aquel momento, no había sitio para incorporar dicho elemento en la estructura del Viper y las modificaciones necesarias eran inviables. Eso, sumado a las pocas ventas, dio como resultado el adiós definitivo de la víbora yankee.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS