Entre los secretos mejor guardados de las marcas están siempre los proyectos no llevados a la producción, ya que nunca se sabe si en algún momento se replantearán y llegarán a hacerse realidad. El modelo de hoy es el Volkswagen Mk5 V10 que pudo ser y no fue, con 500 CV y tracción total, el prototipo que jamás llegó a la producción podría ser el sueño de muchos.
Como en todas las generaciones del Golf, desde la creación de los GTI con el Mk1, la inclusión de la tecnología Syncro en el Mk2, o el VR6 del Mk3, ha dado lugar a numerosas versiones deportivas con mayor o menor acierto. La quinta generación venía a tratar de refrescar la imagen del modelo, ya que en el Mk4 trajo el R32 y el motor turbo de gasolina en el GTI con el 1.8 T que tantas alegrías les dio a los del grupo VAG. Los ingenieros del Wolfsburgo tenían en mente algo mucho más radical en forma de versión definitiva.
Y no, no estoy hablando del GTI W12-650, que era un engendro con chasis de motor central camuflado con una carrocería musculosa de Golf como ya habría hecho el Clio V6, este que vamos a tratar estaba más cerca de un modelo de producción. En una entrevista con The Intercooler, Marcos Marques, Project Manager de combustibles ecológicos en Porsche, reveló que Volkswagen construyó una vez un Golf Mk5 con tracción total y motor V10. Como en todos los Mk5 comercializados, el V10 se situaría en posición transversal.
Este propulsor lo heredaría de los R8 y Gallardo del grupo, que lo llevaban instalado de forma longitudinal, por lo que habría sido una fantasía ver ese V10 encajado en el vano motor del Golf. Aunque Marques no participó directamente en el proyecto, él cree que surgió en un momento en el que el Grupo Volkswagen estaba supuestamente interesado en volver a la Fórmula 1 con las actualizaciones de la normativa. El motor rondaba los 500 CV y llegaba hasta las 8.200 revoluciones por minuto.
Su comportamiento y puesta a punto probablemente hubiera sido infernal, con todo ese peso en el eje delantero seguramente subviraría en cada curva, por lo que para hacerlo rotar habría que haber optado por una mayor cantidad de propulsión que no haría que el vehículo fuese accesible para todos los públicos. Pero no fue el último proyecto loco de los de Wolfsburgo, ya que el Dieselgate se llevó por delante el Golf mk7 R400, con el dos litros potenciado hasta los 400 CV que por aquella época habría sido una edición buscadísima.
Otro de los grandes rumores es que Volkswagen quería tomar prestado el cinco cilindros de Audi, el 2.5 TFSI, para instalarlo en el Golf 8R, pero la marca de Ingolstadt se negaría debido a la rivalidad que esto generaría respecto al Audi RS3 Sportback. Ese mismo motor tuvo posibilidades de acabar montado en un R8, pero finalmente acabaría instalado en la parte delantera de un CUPRA Formentor, denominándose VZ25, traicionando sus palabras y generando una competencia directa con el Audi RS Q3 Sportback, por lo que se pierde el sentido de la rivalidad antes nombrado.
Lo que está claro es que en lo más profundo de las naves de cada marca aún se guardan joyas que nos gustaría ver en algún momento y de las que nos gusta conocer sus historias.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS