Antes de la llegada a los cines de la película, que trata sobre la lucha entre Ford y Ferrari por la victoria en la famosa carrera francesa, esta ya portaba cierto estatus fuera del mundo del motor. Ahora, con el centenario de las 24 Horas de Le Mans, los promotores están poniendo toda la carne en el asador, y ha dado lugar a que el Viper GTS-R ganador de Le Mans de una última vuelta, lo que, claro está, ha permitido que el campeón nos obsequie con el sonido de su V10 antes de ser subastado.
El Chrysler Viper GTS-R es el ejemplo perfecto de una de esas luchas aspiracionales de los estadounidenses contra el mundo. En cupé estadounidense impulsado por su “arcaico” V10, ganó en su clase tres años seguidos, de 1998 a 2000. Basado en el entonces nuevo Dodge Viper (pero compitiendo como Chrysler porque Dodge no existía en Europa), el GTS-R se desarrolló en colaboración con el equipo de carreras francés Oreca. Anteriormente, la compañía ayudó a Mazda a llevar su 787B a una victoria general en Le Mans en 1991, por lo que contaban con suficientes credenciales para que los estadounidenses confiasen en ellos.
El Viper con su largo morro que escondía un V10, presentaba otro punto de vista ante los GT europeos, y acabó demostrando que no solo existía una forma de ganar carreras.
El Chrysler también llegó primero en la carrera de 24 horas de Nürburgring en 1999, 2001 y 2002, obtuvo la victoria general en la carrera de resistencia de un día en Spa en 2001 y 2002, y ganó en Daytona en 2000. Ya vimos subastado el modelo campeón del año 2000, y ahora le toca el turno a este modelo que acabó el decimoquinto en la general en el año 1996 a manos de Olivier Beretta, Tommy Archer y Dominique Dupuy. Su siguiente aparición fue en las 24 Horas de Le Mans de 1997 con el Viper Team Oreca, y aquí corrió en la clase GT2 como el número 63.
Con los pilotos Justin Bell, John Morton y Pierre Yver a sus mandos, se clasificó en el puesto 38, y el equipo luchó hasta alcanzar el puesto 14 en la general. Posteriormente, participaría en el campeonato británico de GT, ganándolo y participando posteriormente en una carrera del campeonato de GT de España. El pedigree de carreras está más que cumplido por esta excelente unidad, por un buen puñado de euros puedes llevarte parte de la historia de la centenaria carrera de 24 horas.
Este Viper es la representación del éxito de los estadounidenses en nuestras tierras, tanto por forma como por concepto, estaba lejos de parecerse a cualquier diseño europeo contemporáneo. El coche ha podido recorrer de nuevo las curvas del trazado francés antes de ser subastado el viernes a manos de un piloto de excepción, Ben Collins, el “antes no conocido como Stig” del popular programa Top Gear. De nuevo con su librea del Team Oreca luce espectacular, y parece estar en plena forma para ocupar su lugar en cualquier parrilla de carreras de clásicos, porque, aunque no lo creamos, este jovencito ya tiene 26 años en su haber.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS