Cuando hablamos de los productos de fabricantes como Aston Martin es frecuente que empleemos el concepto exclusividad. De hecho, en algunas ocasiones os traemos a espíritu RACER algunos modelos únicos, de un solo ejemplar, que esta marca británica lanza para engordar sus cuentas y seducir a algún acaudalado coleccionista. El automóvil que os presentamos en este artículo es una de esas ediciones limitadísimas, reducidas a una sola unidad, aunque su origen es algo diferente. Se trata del Aston Martin Virage Coupé que Bonhams Cars paseó recientemente por los alrededores de Goodwood y que tiene una historia bastante curiosa.
Como decíamos, solo existe esta unidad en el mundo de un modelo que, en realidad, no es uno de esos one-off de los que hablábamos previamente. En realidad, se trata de una mula de pruebas que la marca británica construyó en 1986, bajo el código interno DP2034, sobre un Aston Martin Lagonda, su sedán de cuatro puertas, para desarrollar un futuro modelo, el Aston Martin Virage. Se redujo la longitud total del automóvil en 30 centímetros, además de quedarse con solo dos puertas. Bajo su capó delantero, se colocó un propulsor de 5,3 litros de capacidad y ocho cilindros en uve. A este se acoplaba una caja de cambios manual de cinco velocidades fabricada por ZF.
Gracias a los aprendizajes derivados de esta mula de pruebas, el Aston Martin Virage dio inicio a su vida comercial en el año 1989. Parecía que la unidad que protagoniza este artículo había finalizado su servicio y terminaría abandonada en algún almacén de la marca británica, cuando no directamente destruida. Sin embargo, un coleccionista se interesó por su adquisición. Así, Aston Martin llevó a cabo algunos cambios para poder dejarlo en perfecto estado de circulación, como cualquier otro coche a la venta en aquel momento. En este sentido, se reconstruyó su chasis y se implementaron algunos componentes del Aston Martin Virage de producción en sus suspensiones.
Este Aston Martin es un ejemplar único, construido inicialmente como mula de pruebas para el desarrollo de su Virage, pero que finalmente fue adaptado para poder ser conducido por las vías públicas y adquirido por un particular en 1993
Un nuevo propulsor fue colocado en su vano motor en febrero de 1993. Además, también se sustituyeron los desarrollos de su caja de cambios original por otros más cortos, para permitir mejores aceleraciones, aunque en detrimento de su velocidad punta. Su dueño pudo así disfrutar de un modelo único, que podríamos considerar un Aston Martin Lagonda de dos puertas y que distaba de presentar los problemas esperados de un automóvil creado como mula de pruebas.
De hecho, cuando fue terminado, el periodista Tony Dron, de la revista Thoroughbred & Classic Cars, tuvo la ocasión de probarlo y demostrar que, aunque pareciera imposible, se trataba de un vehículo perfectamente funcional. De hecho, sus palabras fueron: “Esta es una máquina magnífica, que se conduce bien a baja velocidad, pero que se comporta de forma intachable cuando se conduce rápido. Tiene un tacto de purasangre e inspira confianza”.
Tras permanecer en poder de su dueño original durante todos estos años, Bonhams llevó a cabo la subasta de este Aston Martin Virage Coupé en forma de prototipo, con 3.073 km en su odómetro, hace escasos días. En ese momento, el adquirente de este vehículo único desembolsó unas 287.500 libras esterlinas —alrededor de 334.000 euros, según el tipo de cambio a día de hoy— para que su puja fuera la ganadora.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS