El Mustang es uno de los coches más conocidos del mundo, el deportivo más vendido del mundo según la propia Ford, y no son pocos los que deciden emplearlo como base para toda clase de creaciones. Sin embargo, pocos alcanzan el nivel del Shelby Super Snake, uno de los Mustang más bestias que se pueden comprar con dinero.
Shelby American tiene en el Ford Mustang uno de sus niños mimados, la principal base sobre la que trabajar desde hace décadas, y eso se nota en todo lo que hacen. Es cierto que la misma Ford ha lanzado con la nueva generación una versión casi de competición, el Mustang GTD, pero por lo general, suele ser Shelby quien se encarga de llevar el modelo al extremo.
Ese extremo es el Super Snake, el coche más radical y potente que Shelby ofrece en su catálogo y que supone aplicar muchas modificaciones para obtener cifras como los 830 CV que anuncian para esta nueva generación de la “Super Serpiente”, que viene a ser la traducción literal de su denominación y que, como suele ocurrir en muchas ocasiones, no suena igual de bien que en inglés, ¿vedad?
De todas formas, aunque no suene bien en español, todo lo demás es muy diferente. No obstante, será fruta prohibida, pues no llegará a Europa de forma oficial, si quieres un Shelby Super Snake, tendrás que traerlo por tu cuenta, aunque esto en el fondo no es nada nuevo. Shelby no trae sus coches a Europa, se centra principalmente en su mercado local, en Estados Unidos.
Solo se fabricarán 250 unidades del Super Snake, y como cabe esperar, no serán baratas. No en balde, los cambios son muchos y se notan desde el primer golpe de vista, ya que luce una carrocería más ancha –ampliaciones realizadas con fibra de carbono–, incorpora un frontal más agresivo, recibe nuevas salidas de aire en el capó –que se fabrica con aluminio– y se acompaña de un nuevo alerón trasero, un paragolpes trasero con un difusor que tiene a su izquierda dos enormes salidas de escape –obra de Borla– y llantas de nueva factura que son alrededor de cuatro kilos más ligeras al estar fabricadas con magnesio forjado.
Por supuesto, suspensiones y frenos se han revisado y actualizado. También se ha revisado la caja de cambios, que recibe un selector con recorridos acortados y un eje de transmisión de una sola pieza.
Una serie de cambios que buscan no solo potenciar su imagen, sino permitir gestionar mejor las prestaciones que ofrece el motor, que no es otro que el V8 Coyote 5.0 del Mustang GT, pero, como siempre el Shelby, claramente potenciado. Lo mejor es de todo es que no se complican en exceso para darle más poderío al motor y han optado por un compresor Whipple 3.0, y además, se modifica el sistema de refrigeración con un nuevo radiador y un intercooler.
Además, se podrá optar a un Shelby Super Snake descapotable, que presume de la misma cifra de potencia pero cambia algunas cosas de su exterior, como el alerón trasero, que deja su lugar a un spoiler.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS