Quizá no hayas caído en la cuenta todavía, pero el Lamborghini Aventador tiene nada menos que 10 años. Es justamente el mismo tiempo que estuvo el Lamborghini Murciélago comercializándose (de 2001 a 2011) y es, efectivamente, el mismo tiempo que estuvo a la venta el Lamborghini Diablo. Es decir, el gran V12 de Sant’Agata está viviendo sus últimos días en el mercado y pronto deberíamos conocer su reemplazo en la gama del fabricante italiano.
Obviamente, las cosas han cambiado mucho desde el año 2011 y el próximo buque insignia de Lamborghini no será como lo ha sido hasta ahora, tendrá que adaptarse a los nuevos tiempos y cumplir con una reglamentación cada día más rígida, así como unos gustos muy cambiantes y unas prestaciones que han llegado a un nivel espectacular. En 10 años pasan muchas cosas, aunque tampoco está de más reconocer que el Lamborghini Aventador sigue siendo uno de los superdeportivos más fastuosos del mercado, tanto por diseño como por prestaciones, después de una década.
Al igual que ocurrió con sus dos antecesores, el Murciélago y el Diablo, el coche que dirá adiós a la producción no es exactamente igual al que inició la saga. Ha ido evolucionando, ha ido aumentado prestaciones y volviéndose más espectacular si cabe, con versiones como el Aventador SVJ. Mientras tanto, un enorme V12 de 6.5 litros ha dado vida a la criatura de Sant’Agata bramando por sus escapes al ritmo de 544 kW, equivalentes a 740 caballos de vapor (significado, por cierto, de la abreviatura “CV”).
Mantendrá el V12, pero estará electrificado
Una de las mayores dudas respecto al reemplazo del Aventador, gira alrededor de su propulsor. Los motores atmosféricos de elevada cilindrada tienen los días contados, ya hemos visto cómo algunos fabricantes dan la espalda a los grandes motores de aspiración natural por lo complicado que resulta hacerlos válidos para superar las pruebas de emisiones, sin que se disparen los costes. Además, el Grupo Volkswagen-Audi, quien marca el camino a seguir para Lamborghini, anunció que dejaría de desarrollar motores de combustión interna, ¿afecta eso a Lamborghini?
Aquel anuncio se centró tanto en Audi como en la propia Volkswagen, sin mencionar ninguna marca más del conglomerado, aunque es obvio que todas los sellos generalistas, tales como SEAT y Škoda, se verán afectados por esta decisión. Porsche recorre su propio camino, Bentley ya tiene su futuro marcado por la electricidad (solo ofrecerá coches eléctricos desde 2030, siendo híbridos enchufables desde 2023) y Lamborghini, a partir de la próxima generación de modelos, confiará en la electrificación.
Por tanto, el sustituto del Lamborghini Aventador contará con grupo propulsor híbrido, que tendrá como base un enorme V12 atmosférico. La verdad es que el reemplazo del Aventador ha sufrido varios retrasos, por una parte la COVID-19 ha afectado a todos irremediablemente y por otro, el desarrollo de una tecnología híbrida suficientemente capaz ha requerido de mucho tiempo y esfuerzos.
Según el máximo responsable de la marca, Stephan Winkelmann, en 2021 llegará el Lamborghini Huracán Super Trofeo Omologato, al tiempo que insinuó que habría dos nuevos modelos animados por un bloque V12. No dio detalles al respecto, pero desde el medio británico Autocar, uno sería una versión especial del Aventador a modo de despedida con un grupo propulsor basado en el usado por el Sián FKP (un híbrido con 819 CV) y otro debería ser el adelanto del reemplazo del Aventador.
Maurizio Reggiani, el jefe técnico de Lamborghini, confirmó por su parte, que el sucesor del Aventador tendría un motor V12 de aspiración natural, con un grupo eléctrico para garantizar la potencia y la eficiencia necesarias para superar las nuevas normativas, sin la necesidad de emplear turboalimentación. Además, también dejó caer que se estaba estudiando la posibilidad de usar una tracción total similar a la vista en el Ferrari SF90, es decir, un motor eléctrico en el eje delantero y el V12 actuando sobre las ruedas traseras.
El principal problema son los acumuladores
Al igual que ocurre con otros fabricantes, el principal escollo que quieren salvar en Lamborghini es el peso adicional de las baterías. Obviamente, los italianos no parten desde una hoja en blanco, el banco de órganos de VAG cuenta con elementos de grandes prestaciones procedentes de Audi y de Porsche, pero al parecer, la propia Lamborghini también ha estado trabajando en el desarrollo de nuevos supercondensadores junto al Instituto de Tecnología de Massachusetts, para, no solo rebajar el peso, sino también salvaguardar el temperamento de sus coches.
Se cree que en Sat’Agata se trabaja en un sistema que combina unas baterías de litio con un supercondensador. En el mencionado Sián, el supercondensador, integrado en la caja de cambios, ayuda al V12 con 33 CV simples caballos. Son pocos para las aspiraciones de un superdeportivo como el Aventador y no son determinantes para las prestaciones, aunque si para los consumos. Además, este supercondensador está diseñado para almacenar y descargar energía de forma rápida y por tanto, es incapaz de mover el coche por sí solo como en un híbrido convencional.
“El Sián es una historia de éxito, porque entendimos que hay que vender electrificación dando un beneficio a los propietarios de superdeportivos. Este enfoque es solo un pequeño paso hacia lo que vamos a hacer en el futuro”. – Stephan Winkelmann, CEO de Lamborghini
Winkelmann, quien ha estado en Audi y en Bugatti cosechando enormes éxitos, tiene claro que primero hay que encontrar el camino para Lamborghini en este futuro electrificado que nos espera, hay que adoptar la electricidad sin que Lamborghini deje de ser Lamborghini. El reemplazo del Aventador será una muestra de ese camino hacia la electrificación total y será una primera muestra de lo que estará por venir, porque se tiene previsto sustituir al Huracán y su V10 entre 2024 y 2025, al tiempo que el Lamborghini Urus, la gallina de los huevos de oro de Sant’Agata, recibe una actualización que esconderá muy seguramente algún tipo de electrificación.
Tampoco se olvida del futuro, con una legislación especialmente complicada de contentar y de cumplir con motores de combustión de elevada cilindrada y alto rendimiento. En unas declaraciones a Autocar, Stephan Winkelmann habló al respecto y el año 2030 será muy importante para la firma, al igual que para muchas otras. Será el año del cambio.
“Mi mayor desafío es tener una estrategia clara para lo que sucederá después de 2030, para dar seguimiento a la próxima generación, no solo en términos de producto, también para tener una visión clara de lo que significará para la marca. Sin duda, la legislación nos dirá cuando no podemos seguir más. La puerta es muy estrecha y habrá un cuello de botella que tendremos que pasar. El foto está en los modelos existentes y su próxima generación, pero dado nuestro éxito y el análisis del mercado, un cuarto modelo es algo que, en mi opinión, es muy posible para una marca como la nuestra”. Stephan Winkelmann, CEO de Lamborghini en declaraciones para Autocar.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS