Puede que Manhart sea más conocido por mantener sus manos cerca de los vehículos modernos, pero últimamente nos ha estado recordando que también le encantan los modelos antiguos que elaboraba otrora. La casa de tuning alemana ya ha restaurado y mejorado un BMW M3 E30 y un Lancia Delta Integrale, pero para su último proyecto retrocedió otros 15 años más en el tiempo, lo cual nos permite admirar el precioso restomod del Alpina 2002 de Manhart, que nació como un BMW 2002 tii.

Para empezar, este no es un 2002 cualquiera, es la versión tii de alto rendimiento que contaba con inyección, y también una rara unidad modificada por Alpina. Cuando salió de fábrica en 1971, el motor M10 de 2 litros de un tii original generaba 130 CV, que era una cifra respetable para la época, y representaba un aumento de 10 CV sobre el 2002 ti de doble carburador al cual reemplazó. Pero varias modificaciones del Alpina ya utilizadas en la época, junto con ajustes más recientes aplicados por Manhart, entre los que se incluye un nuevo sistema de escape, lo elevan a 202 CV, al mismo tiempo que aumentan el par 178 Nm a 215 Nm.

Si tenemos en cuenta el reducido peso en vacío de 1.000 kg del 2002 tii, esos números se magnifican y nos dan una idea a grandes rasgos de cómo debe andar este aparato. Estas cifras deberían darle lo suficiente a este clásico para combatir con los compactos actuales, incluso con un Alpina actual. Las mejoras que ya se aplicaron al 2002 antes de que llegara a los talleres de Manhart incluían frenos y una transmisión de cinco velocidades de un E21 323i, el sucesor del tii 2002, al que el equipo de Manhart añadió amortiguadores roscados Raab Classics, una barra de torretas Wiechers y llantas de tres piezas de 16 pulgadas.

Las suspensiones Raab Classics son fabricadas por KW, por lo que podemos estar seguros de su calidad intachable. Las llantas Alpina han sido llevadas al límite de la carrocería, los cual lo hace especialmente ancho mediante separadores de 25 mm. Las aletas ensanchadas pueden distorsionar las líneas de las clásicas franjas Alpina, haciendo que parezca desde algunos ángulos como si hubieran sido aplicadas sin mucho cuidado, pero el coche aún luce fantástico y está perfectamente resaltado por el diseño Alpina original. El interior es realmente sencillo, unos asientos Scheel y una jaula que inutiliza las plazas traseras es todo lo que hay que ver.

Son cada vez más los preparadores que optan por darles un nuevo giro a modelos antiguos, incluso algunos buscan rescatar modelos que estaban a punto de ir al desgüace. Veremos que ocurrirá con las nuevas generaciones, aunque siempre se esconde algún loco en el rincón más recóndito del mundo para seguir dedicándole tiempo a coches que, a ojos de otros, son prácticamente basura. En líneas generales, la obra del preparador ha sido impoluta, a pesar de ser un vehículo muy diferente al que estamos acostumbrados a ver de Manhart, pero sea lo que sea que les haya llevado a hacer este tipo de coches, no queremos que paren.