Preparaos, fanáticos de Porsche, que hay bollos en el horno. Cuando la firma de Stuttgart presenta un prototipo, es que algo tienen entre manos. Hasta el momento, no ha habido un prototipo que Porsche haya presentado y no haya pasado a producción. Un prototipo actual queremos decir, ha mostrado algunos de los llamados “prototipos secretos” que nunca pasaron de ser una propuesta. Y si os fijáis, no fueron presentados al público y no fueron producidos en serie.
No es el caso que nos ocupa, porque además recibe el apelativo de “Mission”. Hasta ahora, todos los concept car con este nombre han llegado a producción: Porsche Mission E y Porsche Mission E Cross Turismo acabaron siendo el Porsche Taycan y el Taycan Cross Turismo. Con el Mission R se presenta un vehículo destinado a circuito, totalmente eléctrico, pero con un potencial brutal.
Pero no es lo único que caracteriza al Porsche Mission R, pues destaca, entre otras cosas, por una carrocería fabricada con componentes plásticos reforzados con fibras naturales. Es decir, es un eléctrico de altísimas prestaciones, pero también respetuoso con el medio ambiente y sostenible, al emplear materiales reciclables y naturales. Un bólido como solo pueden hacer los magos de Stuttgart.
Así podría ser los coches de competición de Porsche
La competición es un apartado importante para Porsche, lo ha sido desde el primer día de su fundación (e incluso antes) y lo será hasta el día que la marca desaparezca del mundo, algo bastante complicado viendo sus resultados anuales. Y dentro de la competición, las carreras cliente han sido parte fundamental de su imagen deportiva y pasional. Un claro ejemplo los 4.400 coches “Cup” que han entregado en los últimos 31 años o las 30 copas monomarca que se celebran en todo el mundo.
El último “Cup” ha sido el nuevo Porsche 911 GT3 Cup, puesto en circulación en 2021, cuyo futuro podría ser nuestro protagonista. Así mismo lo afirma la marca, que actualmente está muy enfocada en la evolución de su tecnología eléctrica, no en balde, cuenta con la ayuda de nada menos que Rimac (responsables de los motores eléctricos del Porsche Taycan). No sabemos si los motores del Porsche Mission R son obra de Rimac, pero sí sabemos que ofrecen unas prestaciones de escándalo.
Concretamente, el Porsche Mission R tiene dos motores, uno delante y otro detrás, que permiten algunas peculiaridades. El motor delantero entrega 320 kW (435 CV), mientras que el trasero puede llegar a los 480 kW (653 CV). En conjunto son 808 kW (1.100 CV) en “modo clasificación” y 500 kW (680 CV) en “modo carrera”. La aceleración hasta los 100 km/h desde parado se completa en 2,5 segundos, supera los 300 km/h y sus tiempos por vuelta son, según afirman desde la marca, los mismos que el actual Porsche 911 GT3 Cup.
Pero no es simplemente un coche eléctrico radical y rápido en circuito, cuenta con algunas innovaciones que merecen la pena tener en cuenta. Por ejemplo, incorpora algunas soluciones que reducen la reducción de potencia de la batería debido a las condiciones térmicas. Las celdas de esta batería tienen un nuevo diseño y tienen un sistema de refrigeración directa mediante aceite. Trabaja a una tensión de 900 voltios y gracias al sistema Porsche Turbo Charging, necesita 15 minutos para recargar la batería desde el 5 hasta el 80 %. La carga se realiza a una potencia de 340 kW.
Sostenibilidad como base de partida
Los coches eléctricos se están estableciendo en el mercado con el objetivo, al menos en principio, de reducir las emisiones contaminantes. El caso es que los coches eléctricos traen consigo otro tipo de contaminación, pero también otras soluciones respetuosas con el medio ambiente. No es que los coches eléctricos sean mejores, es simplemente que se está aprovechando la ocasión para invertir en otros derroteros que aumentan la reducción de la contaminación.
Muchos fabricantes han apostado por materiales reciclados y de procedencia natural, pero en Porsche han querido emplear otras soluciones para la ocasión. La carrocería, desarrollada, obviamente, según los datos del túnel de viento, se ha enfocado a la reducción de CO2 y a la sostenibilidad. Está fabricada, en gran parte, con plástico reforzado con fibra natural (se conoce este material como NFRP, por sus siglas en inglés), cuyo elemento básico es la fibra de lino. Pero no solo se emplea en la carrocería, también en el habitáculo, donde el plástico reforzado está presente en los paneles de las puertas, en los asientos y en la parte trasera.
La aerodinámica de la carrocería está muy cuidada, adoptando una evolución del Porsche Active Aerodynamics (PAA), con sistema de reducción de pérdidas por arrastre “Drag Reduction System” (el famoso DRS) en la sección frontal y en el alerón trasero. Se ha buscado apoyo para una elevada velocidad de paso por curva, carga aerodinámica para maximizar el agarre y por supuesto, una mínima resistencia al avance sin menospreciar la refrigeración.
Respecto al habitáculo, como todo coche de carreras, es minimalista, absolutamente espartano. Si no sirve para ir más rápido, directamente, no sirve. Todo es extremadamente sencillo y está enfocado al conductor. La instrumentación se limita a un monitor ubicado entre los controles del volante (sobre la columna de dirección) y a una pantalla directamente integrada en el núcleo de volante. No hay espejos, son dos cámaras que proyectan sus imágenes en la pantalla superior, mientras que otra pantalla situada a la derecha del conductor permite consultar, entre otras cosas, datos biométricos del conductor.
La estructura general del coche se ha fabricado con material compuesto, mientras que el exoesqueleto (así llaman los ingenieros a la estructura del techo) integra la jaula antivuelco. Por dimensiones, es ligeramente más corto que un Porsche Cayman (4.316 milímetros en total), mientras que es más ancho (1.990 milímetros) y más bajo (1.190 milímetros).
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS