La hibridación se ha colocado, poco a poco, como el reemplazo para los motores diésel, o casi. Se ha aprovechado de la mala imagen que han adquirido esta tecnología –sin justificación, todo sea dicho– y todos aquellos que miraban el diésel como una opción para reducir su gasto en combustible, han acabado con un híbrido en el garaje. Evidentemente, no todo el mundo ha hecho este cambio, hay quien todavía cree en las posibilidades del diésel, que son muchas, más todavía si se combina con la hibridación, como es el caso de Mercedes –híbridos enchufables– o Mazda –semi hibridación–.
Además, aquellos fabricantes que nunca tuvieron intención de ofrecer un diésel en su catálogo, sí han visto en los híbridos una interesante oportunidad para evolucionar sus modelos y para reducir, de paso, las emisiones globales. No debemos olvidar que la anteriormente famosa norma “de los 95 gramos” está ahí para recordarle a todo el mundo que se deben controlar las emisiones. No obstante, la hibridación también se ha visto como una forma de aumentar las prestaciones, como es el caso de Ferrari, de Lamborghini y también de Porsche.
De hecho, Porsche ha usado la hibridación para colocar en su catálogo las versiones más potentes del Cayenne, variantes realmente bestias, que, por el momento, no han llegado al mítico Nueveonce, aunque desde 2010 trabajan con modelos de competición hibridados, como el Porsche 911 GT3 R. El caso es, ¿cuándo veremos un 911 híbrido en las calles? En 2020 ya había prototipos listos para sus pruebas en carretera, pero el modelo de producción se hace esperar, algo que podría cambiar “tal vez en dos años”.
Esa línea de tiempo proviene de una charla que tuvo Frank Moser, vicepresidente responsable de las líneas 911 y 718, con la revista norteamericana Motor Trend. Una línea de tiempo que sitúa la llegada del Porsche 911 híbrido tras la renovación de la generación actual, conocida como 992, aunque todo lo relacionado con sus datos técnicos o cualquier detalle sobre su grupo eléctrico es mera especulación. El Nueveonce tiene muy poco espacio en el vano motor, y todavía menos en el hueco delantero, lo que limita la capacidad de la batería, por ejemplo. Un rumor que surgió en marzo afirmaba que el primer híbrido de la gama 911 sería el GT2 RS, lo que permitiría dejar al último de la saga y sus 700 CV bastante atrás en cuestión de prestaciones y potencia.
“Ahora estamos trabajando en la próxima generación [992.2], que llegará a mediados de la década”, dijo Frank Moser, vicepresidente de Porsche para las líneas de modelos 911 y 718. “Hemos desarrollado el híbrido, un híbrido de alto rendimiento del 911, y eso es aproximadamente a mediados de la década: la próxima generación del 992”.
Por otra parte, también podría ser que se ofreciera una versión Turbo E-Hybrid como en el Porsche Cayenne o, ¿por qué no?, algo como ha hecho Chevrolet con el Corvette e-Ray, esto es, un sistema que solo actúe sobre las ruedas delanteras y que ahorra peso, complejidad y costos. Además, también permite circular en eléctrico puro a baja velocidad –sería el primer Porsche que se mueve con las ruedas delanteras– y con una batería que solo estaría pensada para ofrecer potencia adicional, no reducción de consumos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS