Este es el híbrido que más espíritu RACER tiene desde la desaparición del Fisker Karma. Novedad en el Salón de Ginebra, por fuera el Polestar 1 tiene pinta de coche bonito, es un coupé 2+2, lo que se consideraba deportivo hasta la invasión de los moradores de los bordillos (SUV). Además, es un híbrido enchufable, pero seguid leyendo.
En híbridos enchufables estábamos acostumbrados a que podían recorrer unas decenas de kilómetros “a pilas” y luego había que seguir dependiendo del motor de gasolina. Poco interesantes para quien hace mucha carretera, razonables para quien está en zona urbana y periferia a menudo.
En eléctricos estábamos acostumbrados a que tuviesen diseños rarunos, o fuesen muy caros, o las dos cosas, y que la autonomía suele considerarse insuficiente. Pues bien, el Polestar 1 va a solucionar los dos problemas de golpe, siempre y cuando haya suficiente parné para poder pagarlo.
Combina un motor de gasolina que mueve las ruedas delanteras y sendos motores eléctricos para el eje trasero. Combina 600 CV y un par máximo de 1.000 Nm (eso dice la nota de prensa), pero con 34 kWh en baterías, puede hacer 150 kilómetros sin beber zumo de dinosario. Amigos, esto ya es otra cosa. ¿Pega? Pesará lo suyo.
Polestar es ahora una marca dentro del grupo Volvo, propiedad del magnate chino Li Shufu, orientada a las altas prestaciones y la electrificación. A partir de ya se aceptan pedidos para el Polestar 1 en 18 mercados, lo cual abarca casi todo el espectro geográfico de los interesados en tener uno a raíz de su desvelo en la cita suiza.
Las reservas se aseguran por 2.500 euros, aunque no se han hecho todavía ni los preserie, eso será a finales de año. La fábrica aún carece de utillaje. Dado que se ha previsto una capacidad de producción de 500 ejemplares al año y la lista de espera va -según Polestar- por 14 veces esa cantidad, la reserva con billetes es una forma de ir cogiendo sitio en la cola de forma justa.
Es el mismo modus operandi que popularizó Tesla, pagar antes de que se fabrique el primer coche
Polestar dará la opción a sus futuros dueños de tenerlo en régimen de leasing durante una temporada, olvidándose del soporífero proceso de asegurarlo y mantenerlo, pero también darán la posibilidad de adquirirlo. Léase entre líneas: difícilmente bajará de 50.000 o 60.000 euros. Un juguete interesante, qué duda cabe.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.De acuerdo, compro su empaque estético exterior, los 600 caballos y su autonomía eléctrica. Vale. Pero la zona dedicada a intimar e interaccionar, de espíritu RACER desprende lo mismo que esto https://youtu.be/cnAnpgLWE80
No se me ocurren muchos coches que sean precisamente aburridos con 600 CV de potencia, por mucho que sean combinados o que en condiciones normales “solo” sean 400. Tampoco es un peso pluma, no es un Caterham ni lo va a ser, pero es un interesantísimo término medio entre algo rollo V8 (en cuanto a prestaciones) y un eléctrico que te tiene pendiente de cargarlo a nada que tu vida sea poco previsible.
Hola, Javier;
me he debido explicar mal.
Me refiero que dado su poder estético y mecánico, el diseño interior me resulta demasiado tempanoide, sin guiño alguno a su estirpe, alejado del calor que transmite un deportivo de tal calado. Opinión subjetiva, conste.
Ah bueno… el diseño sueco es así, “solo lo entienden ellos”… No creo que su cliente objetivo baje de 40 años.