El Audi Q7 60 TFSIe quattro es el nuevo híbrido enchufable de la firma de los cuatro aros. Estará en los concesionarios desde ya mismo, pero las entregas comenzarán a comienzos de 2020 y tiene un precio que arranca en 89.460 euros.
La hibridación tendrá su momento más álgido en cuanto se inicie el año 2020. Será la manera más sencilla de poder cumplir con la nueva normativa de emisiones, aunque el diésel también podría tener una nueva era dorada gracias a la hibridación suave.
En este caso no hablamos de diésel, sino de gasolina y además, de altas prestaciones. El nuevo Audi Q7 60 TFSIe quattro anuncia 456 CV y 700 Nm de par, extraídos de un grupo propulsor híbrido compuesto por un V6 3.0 TFSi de 340 CV y 450 Nm, que monta un filtro de partículas y cumple con la norma de emisiones Euro 6d-TEMP. Le asiste un motor eléctrico de 94 kW (casi 128 CV) y 350 Nm de par, que está integrado en la carcasa del cambio automático Tiptronic de ocho relaciones. Puede llevar al enorme SUV alemán hasta los 135 km/h.
Dicho motor eléctrico recibe la energía de unas baterías de iones de litio con refrigeración líquida, situada en el piso del maletero. Tiene una capacidad de 17,3 kWh con una tensión de 308 voltios. La refrigeración líquida también funciona con el cargador y es un circuito separado. En caso de necesidad, se puede conectar al sistema de aire acondicionado o al circuito de refrigeración del motor eléctrico y la electrónica de potencia.
Los 456 CV y los 700 Nm llegan al suelo a través de las cuatro ruedas. El Audi Q7 60 TFSIe quattro equipa un sistema de tracción quattro con diferencial central mecánico, con una distribución de par del 40:60 (delante y detrás, respectivamente). En determinadas circunstancias, puede mandar la mayor parte del par al eje con mejor tracción. Esto permite aceleraciones de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos en “modo boost”.
Según norma WLTP, la autonomía eléctrica es de 42 kilómetros y por tanto, en España cuenta con distintivo CERO de la Dirección General de Tráfico. Las emisiones, según comunica Audi, rondan entre los 73 y los 87 gramos de CO2 por kilómetro. El consumo homologado por la marca varía entre los 3,2 y los 3,8 litros cada 100 kilómetros y el consumo de energía de las baterías se encuentra entre los 24,2 y los 24,9 kWh cada 100 kilómetros.
La recarga de las baterías se hace mediante recuperación de energía, que puede alcanzar los 25 kW durante deceleraciones (al dejar de acelerar) o bien, hasta 80 kW en fases de frenado. También cuenta con un cable modo 3 y conector de tipo 2. En opción, se ofrece el servicio Audi e-tron Charging Service, que proporciona acceso a más de 110.000 puntos de carga en Europa.
Incorpora el sistema de asistencia predictiva de eficiencia (EPA por sus siglas en inglés), que asumen la regulación de la recuperación de energía. Para una gestión eficiente, tiene en cuenta los datos del navegador y la distancia con el vehículo que circula delante, para decidir si activa el modo de marcha por inercia o la regeneración de energía. El motor eléctrico se encarga de todas las frenadas que sean inferiores a 0,3 G, es decir, más del 90% de la ocasiones en uso cotidiano.
Si además se equipa el control de crucero adaptativo opcional, el asistente de eficiencia también actúa sobre la aceleración. Si no está activo, el conductor recibe indicaciones para una conducción más eficiente a través del acelerador activo (mediante pulsaciones) y en la instrumentación.
No faltan los modos de conducción. El Audi Q7 60 TFSIe quattro cuenta con un total de siete perfiles, seleccionables desde el mando “Audi drive select”: comfort, efficiency, auto, individual, allroad (solo con la suspensión neumática opcional), offroad y dynamic. Además, el asistente de eficiencia suma otras dos opciones más: hybrid, que integra a su vez dos modos y EV, que “fuerza” la circulación solo con el motor eléctrico. Los modos de la opción “hybrid” son auto, que deja que el sistema se encargue de todo y hold, que “guarda” la carga de las baterías para cuando el conductor lo requiera.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".460 Cv + 2.200 Kgr = 3,2 l/100 + etiqueta CERO.
Deberían de incorporar un bloqueo/inmovilizador total del vehículo, cuando las baterías no tengan carga sufiente conforme a los requisitos establecidos.
Eso, por no hablar del 9,75% en impuestos que tendría que pagar si la medición fuese más larga en carretera, eso que se pierde el erario público.
Tampoco resulta baladí poder aparcarlo por la face (parquímetros) ni moverse por el centro cual eléctrico puro. Total, una blasfemia de mal gusto pal ciudadanito de a pie.