Presentado en el salón de Ginebra de 2003, el Lamborghini Gallardo supuso un antes y un después en Sant’Agata. Fue el modelo que salvó a la firma italiana gracias a sus elevadas ventas, que lo convirtieron en el Lamborghini más vendido de la historia cuando abandonó la producción en 2013. Poco más de 14.000 unidades en 10 años quizá parezcan pocas, pero cuando se habla de coches de su tipo, con precios de más de 150.000 euros, entonces, la cifra no es tan mala, más bien lo contrario.
Cuando Lamborghini entró a formar parte de Volkswagen, la marca venía de dar tumbos entre varios propietarios, al tiempo que bordeaba la quiebra constantemente. Aquellos propietarios parecían incapaces de establecer una estabilidad en la compañía que garantizara un futuro, con lanzamientos y no terminaban de convencer, al tiempo que se abría un agujero en las cuentas cada vez más grande. Con Volkswagen al mando las cosas han sido muy diferentes y ya desde el principio, Lamborghini parecía haber encontrado por fin esa estabilidad que necesitaban.
El primer paso que llevaron a cabo los alemanes fue lanzar algunas versiones que permitieran mantener al Diablo a la venta durante unos años más, mientras que completaba el desarrollo de su reemplazo, que llegaría bajo el nombre de Lamborghini Murciélago. Pero esto era solo el comienzo, luego llegó en Gallardo, que se ganó una buena tunda de los más críticos al montar puertas convencionales, así como por montar infinidad de elementos procedentes del banco de órganos de VAG. No obstante, fue eso precisamente lo que permitió sanear las cuentas y aumentar el valor de los productos de la marca, el poder emplear elementos probados en la producción en masa, que, además, también reducían los costes de desarrollo-.
Con las ventas del Gallardo, Lamborghini encontró por fin la base financiera para crecer y ahora, 20 años después, la firma se enfrenta a un futuro realmente prometedor. Acaban de presentar el reemplazo del Aventador, el que fue sustituto del Murciélago, y por tanto, hablamos de la tercera generación del V12 en manos de Volkswagen. Un modelo que se caracteriza, entre otras cosas, por haber adoptado la electrificación y por ser el modelo que abre la puerta a una nueva era, en la cual, todos los futuros Lamborghini serán híbridos.
Ahora, la marca vive del Lamborghini Urus, que no para de aumentar las ventas año tras año y ha dejado al Lamborghini Huracán, el reemplazo del Gallardo, muy lejos en cuanto a cifras. Aun así, el Huracán superó las ventas del Gallardo y en 2022 alcanzó las 20.000 unidades adjudicadas. Nada mal para un coche que resulta bastante más caro que el Gallardo.
El Lamborghini Gallardo está, como se suele decir, en el purgatorio. Actualmente, se le puede considerar un youngtimer, no es ni clásico ni nuevo, es lo que se suele denominar como un “coche viejo” que pronto se convertirá en un auténtico coche de colección. Debería estar mejor valorado solo por lo que significó en la marca, pero ya llegará su momento.
La historia del Gallardo comienza en el año 2000 y con varios trabajos de Giugiaro. El Gallardo acabó por emplear uno de esos trabajos, que fue evolucionado por el centro de estilo de la marca y dio como resultado un automóvil que, visto a día de hoy, no parece tan agresivo y amenazante como lo parecía allá por 2003. Incluso se podría decir que la zona trasera está falta totalmente de personalidad. Pero no son cosas que realmente importen, pues el V10 de 500 CV –4.965 centímetros cúbicos, con cotas de 82,5 milímetros de diámetro por 92,8 milímetros de carrera– y los 510 Nm de par siguen presentes.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS