Las siglas KTM están íntimamente ligadas al mundo de las dos ruedas, en un primer momento a motocicletas “de campo”, pasando después a las motos de carretera, demostrando que la firma austriaca tiene capacidad más que de sobra para hacer lo que quieran. Capacidades que no solo se limitan a las dos ruedas, porque no podemos olvidarnos del KTM X-Bow.

KTM nos sorprendió con el X-Bow, un coche muy radical, con chasis monocasco de fibra de carbono, suspensiones on board y sin techo, animado por un motor Audi, que encontró una legión de seguidores en muy poco tiempo. No en balde, era un coche de competición apenas adaptado a las vías públicas, que se recomendaba conducir con casco. Una locura que vio cómo crecía la gama con versiones con parabrisas, para competición y con el KTM X-Bow GTX y el KTM X-Bow GT2.

Tanto el KTM X-Bow GTX como el GT2 son, en realidad, el mismo coche en distintas fases de evolución en su versión de competición, las cuales, con el motor de cinco cilindros del Audi RS3, son capaces de reventar cronos en casi cualquier pista del mundo. Sin embargo, al contrario del KTM X-Bow “a secas”, estos dos coches no tenían versión homologada para vías públicas. Y decimos que no tenían, porqué KTM está trabajando, precisamente, en esa versión para carretera.

El GT2 debutó en competición en 2021 y ya tiene en su haber varias victorias, incluso el título del Campeonato Europeo de GT2, una temporada que ha servido para acumular datos y refinar, poco a poco, la versión de producción. Refinar, además, es la palabra adecuada en este caso, pues lo que KTM pondrá a la venta es, sencillamente, el coche de carreras adaptado a las carreteras convencionales, con suspensiones más flexibles, un motor menos radical y con un mayor margen de uso y algunas comodidades en el interior. En definitiva, refinando el coche para que sea menos rudo y más usable.

Cuando el coche llegue a los concesionarios, mantendrá muchas cosas del GT2. La base de todo el modelo será la ligereza, empleando, por ejemplo, polímero reforzado con fibra de carbono para la carrocería y un monocasco fabricado con fibra de carbono. El motor será el mismo cinco cilindros turbo de 2.5 litros de origen Audi, que estará montado tras los asientos, pero delante de las ruedas. Pero no se monta según lo entrega Audi, se ha retocado para alcanzar los 530 CV y 650 Nm de par, al menos en la variante de carreras, veremos si se mantienen las cifras en producción. Este motor estará unido a un cambio de dientes rectos y siete velocidades, conectado a las ruedas traseras mediante un diferencial de deslizamiento limitado.

El peso de todo el conjunto es de 1.048 kilos, que posiblemente se vea incrementado en producción por el mayor equipamiento y por los sistemas de confort que se montarán.