El Kalmar 7-97 viene a ser un restomod más sobre la base del Porsche 911 que, seamos sinceros, aporta más bien poco y contribuye a que sea muy aburrido y poco interesante este tipo de trabajos. Y no es porque sea feo o sus características sean poco interesantes, no, el problema, por definirlo de alguna forma, es que realmente no hay nada nuevo. Es más de lo mismo en todos los sentidos y en todos los apartados del coche.
Los resmotod con base Porsche 911 son cada día más numerosos y por lo general, todos apuntan a lo mismo, algo que acaba por apartar el trabajo de un verdadero resmotod. La última incorporación a esta tendencia es el Kalmar 7-97, un 911 de aspecto clásico, pero que en realidad no clásico no tiene nada, al tiempo que tampoco sorprende por su imagen, por las soluciones empleadas o por las prestaciones obtenidas; y eso que, como curiosidad, es un coche que se ha fabricado bajo petición de nada menos que Bruce Canepa.
Todo comienza con un Posche 993 –sí, otro 993–, el cual, pierde toda su carrocería y recibe una completamente nueva, con aspecto de Porsche 911 F, pero fabricada íntegramente con fibra de carbono y pintada en color azul Sunoco. No faltan las llantas con inspiración Fuchs y un habitáculo con toda clase de modernidades y detalles como unos asientos Recaro Sportster CS, un tapizado creado ex profeso o cosas por estilo –como un selector para el cambio que resulta un calco del usado por Singer, por ejemplo–.

Puede parecer muy impresionante y muy llamativo, pero en realidad, no hay nada nuevo, ni siquiera hay detalles que puedan hacer destacar el coche frente a otros trabajos similares. En realidad es un poco aburrido, ya que recurre a la misma base de siempre, se le otorga el mismo diseño de siempre y se añade lo mismo de siempre. Incluso el trabajo realizado en el motor sigue la senda marcada por otras realizaciones similares.
Colgado tras el eje trasero hay un boxer de seis cilindros y cuatro litros, sin sobrealimentación alguna, capaz de rendir 411 CV y 420 Nm de par, así como de alcanzar las 7.500 revoluciones. Propulsor que se encarga de mover un conjunto que ronda los 1.200 kilos.
El Kalmar 7-97 es un mal llamado resmotod –la definición de resmotod se fue al carajo hace tiempo– sobre un Porsche 993 que, en el fondo, sigue todas las pautas que han marcado casas como Singer, a quienes podríamos considerar como pioneros en esto de modificar “Nuevonce” y darle un aspecto más clásico, al tiempo que se aumentan las prestaciones, el equipamiento y se mejoran los acabados.
Con esto no queremos decir que mal trabajo o que no sea medianamente atractivo, el Porsche 911 F es un coche que entra por los ojos, al menos a nosotros así nos pasa y el 993 es uno de los Porsche más deseados y mejor valorados, la cuestión es que resulta aburrido y poco original. Ni siquiera la decoración, con el especialísimo azul Sunoco, despierta sensación alguna cuando lo miramos…
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS