El coche eléctrico es el futuro, al menos eso pretenden con la prohibición de los motores de combustión en el año 2035. Sin embargo, hay muchos fabricantes, como ya hemos comentado en alguna ocasión, que harán el cambio mucho antes, mientras otros, irán dando pasitos poco a poco, aunque, como era de esperar, la adopción de la electricidad no será tan sencilla para todos como podría parecer. Muchos sufrirán durante la conversión.

Uno de ellos ya ha salido a la palestra: Bentley. El CEO de la compañía, Adrina Hallmark, ha confirmado durante una entrevista con Automotive News, que el primer modelo totalmente eléctrico de la firma británica se retrasa un año, hasta 2026. Y eso, ojo, que estamos hablando de una compañía que tiene acceso directo a la tecnología desarrollada por marcas como Audi o Porsche y por si fuera poco, podría aprovechar que esta última tiene cierto poder en Rimac.

Al parecer, según el señor Hallmark, el proceso de desarrollo está siendo “demasiado exigente”, pues tienen que hacer un trabajo previo en el desarrollo que nunca habían hecho antes. No obstante, también ha asegurado que el retraso en realidad es de meses, no de un año, pero como el coche estaba previsto para finales de 2025, el retraso lo mueve a 2026. Además, también ha asegurado que el retraso no tiene nada que ver, con los problemas que está teniendo Volkswagen con la división de software Cariad y que el coche será presentado en 2025.

Sin embargo, aunque Bentley quiera alejarse de los problemas de desarrollo del software de Volkswagen, la realidad parece bien distinta. Varias marcas de VAG se han visto obligadas a retrasar el lanzamiento de sus coches eléctricos, tales como Audi, Porsche y la propia Volkswagen. Y todos ellos se han visto obligados a retrasar los lanzamientos, por problemas en el desarrollo del software. El grupo alemán está trabajando actualmente en una evolución del software actual, para intentar recortar los retrasos, y aunque con esta evolución se permitirá añadir cosas como nuevas funciones o incluso se podrá mejorar las prestaciones, sus posibilidades no alcanzarán las que se espera que tenga el nuevo software.

Respecto al coche eléctrico de Bentley, no sabemos gran cosa; en realidad no sabemos casi nada, apenas unos detalles. El diseño y el desarrollo del modelo se llevará a cabo en Crewe, en la base central de la propia Bentley, donde también se llevarán a cabo las primeras pruebas a finales de año y donde, obviamente, también se fabricará. El propio Hallmark comentó que la potencia rondará los 1.400 CV y que la aceleración desde parado hasta los 100 km/h podría completarse en menos de dos segundos.

No obstante, del coche eléctrico de Bentley sabemos algo muy interesante, y es que la firma tiene pensado “controlar” la intensidad de esas aceleraciones, porque dichas características puede ser molestas e incómodas, así que será el propio conductor quien decida la intensidad de las aceleraciones.

Por otra parte, el CEO de Bentley también dijo en su momento, que el precio de partida del nuevo coche eléctrico de la marca, se situará alrededor de lo que costaba, hasta el año 2020, adquirir un Bentley Mulsanne. Además, se buscará que no parezca un coche eléctrico, siguiendo el patrón de diseño que ha tenido todos los Bentley hasta el momento.