El BRABUS Rocket 1000 es, posiblemente, una de las berlinas más descabelladas, absurdas y bestiales del panorama mundial. Un aparato que, fabricado en Europa, rivaliza directamente contra las locuras yankees de Hennessey Performance. Pero además, estéticamente es brutal y nada sutil. Es un BRABUS en su más pura esencia: potencia desmedida y aspecto salvaje.
Desde que Bugatti puso en circulación el Veyron con sus 1.001 CV, la obsesión por la potencia y la velocidad en línea recta se multiplicó exponencialmente. Los coches con 1.000 CV y velocidades superiores a los 350 km/h comenzaron a surgir como setas en otoño. Automóviles de toda clase y condición, unos más creíbles, otros más absurdos, pero todos con la misma idea: ser el más potente y el más rápido; obsesión por la velocidad pura.
Nacido de esa obsesión, el BRABUS Rocket 1000 mantiene viva esa locura por la velocidad y la potencia sin importar el tipo de coche. ¿1.000 CV en una carrocería de cinco puertas –tiene portón trasero, no portezuela–? Pues claro que sí, pero no solo 1.000 CV, también genera nada menos que 1.620 Nm de par –en realidad, el motor es capaz de generar 1.820 Nm, pero se ha limitado electrónicamente para que no desintegre los componentes de la transmisión–.
El Rocket siempre ha sido uno de los modelos estrella de BRABUS y el propio especialista lo considera como una obra maestra y su deportivo por excelencia, que tiene en su curriculum algún que otro récord mundial de velocidad. Basado en el Mercedes-AMG GT 63 SE Performance cuatro puertas, solo se fabricarán 25 unidades para todo el mundo y se posiciona como el vehículo más potente en las más de cuatro décadas de historia de BRABUS y en uno de los híbridos más potentes del mundo.
Y como híbrido, el BRABUS Rocket 1000 tiene dos motores, uno de combustión y otro eléctrico. El de gasolina, un V8, aumenta el desplazamiento hasta los 4,5 litros –de origen es un cuatro litros– y recibe dos turbos fabricados por la propia BRABUS, que soplan a 1,4 bares y que permiten extraer 796 CV y 1.250 Nm de par, aunque a la transmisión “solo” llegan 1.050 Nm –limitado electrónicamente–. La caja de cambios sigue siendo la SPEEDSHIFT MCT y se combina con el mismo sistema 4MATIC+ de origen. Específico de BRABUS es la línea de escape, que además, se fabrica con acero inoxidable e incorpora válvulas de escape personalizadas para gestionar el sonido.
El motor eléctrico, colocado en el eje trasero y unido a una caja de cambios con dos relaciones, mantiene las mismas cifras de origen, es decir, rinde 204 CV y 320 Nm de par, gracias a la energía que le llega desde una batería de iones de litio de 6,1 kWh.
No obstante, aunque resulta un coche bestial por cifras –promete una punta de 316 km/h, un 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y un 0 a 200 km/h en 9,7 segundos–, su aspecto es tanto o más imponente. La carrocería monta un kit de fuselaje ancho con guardabarros y paneles de carrocería fabricados con fibra de carbono –en el eje delantero se amplía la anchura en 6,7 centímetros–.
Como cabe esperar en un coche especialmente capaz, el kit de carrocería no es solo estético, también es funcional. En la parte trasera se ubica un difusor fabricado, por supuesto, con fibra de carbono, y diseñado por la misma BRABUS. También se incluyen unas molduras de fibra de carbono en los laterales del paragolpes trasero, que se combina con otros componentes aerodinámicos alrededor del chasis. Las llantas, originales de BRABUS, son el modelo Monoblock P de aleación forjada con 21 y 22 pulgadas, que integran discos aerodinámicos de carbono.
El BRABUS Rocket 1000 es personalizable y puede aplicar sobre la mayoría del habitáculo, materiales como la microfibra Dinamica, la fibra de carbono o el aluminio. Según BRABUS, la única limitación es la imaginación de quien compra el coche.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS