Estados Unidos cuenta con la cultura automovilística de la que carecemos en España, mientras nuestra movilidad se vertebraba gracias a una legión de Seat 600, los estadounidenses contaban con una cantidad ingente de vehículos entre los que elegir. En esta época se forjaron los mitos estadounidenses, en el periodo en el que aquí estábamos jugando al Tetris con las maletas y los niños para llegar al pueblo. Por ello, casos como el del Dodge Durango SRT Hellcat, el enorme SUV deportivo que jamás entenderemos, que combina siete plazas con 720 CV como si fuese normal, nos parecen tan fascinantes.

No me malinterpretéis, no tengo nada en contra del Seat 600, pero las comparaciones son odiosas y, si me das a elegir entre un Mustang y un 600, haría el terrible sacrificio de hacerle un hueco en el garaje al enorme y tragón Mustang. Para cuando nuestro mercado estaba abriéndose a Europa y se comenzaban a ver deportivos, los estadounidenses estaban injertando un V8 en un pick-up como si fuese algo para lo que estaba predestinado el vehículo de trabajo. Está claro que allí cuentan con un punto de vista distinto al nuestro en lo que se refiere a innovar, ya que no es muy probable que en Europa se vitamine tanto un pick-up.

Sobre esta idea, no es de extrañar que en el país de los grandes espacios y las largas distancias la talla de los coches sea distinta al estándar europeo. De ahí, a fabricar un vehículo de siete plazas con un V8 bajo el capó es un paso tan corto que asusta, por esa razón existe el Dodge Durango SRT Hellcat. Dodge discontinuó el Challenger y el Charger el año pasado, el Durango SRT Hellcat es el único muscle car de pura raza que queda en su gama, por lo que vamos a hacer un repaso de lo que le hace tan especial y por qué consigue seguir en el mercado estadounidense a día de hoy.

Afortunadamente, fabricarán este Durango de combustión interna hasta 2025, y después de eso, podemos esperar con una alta probabilidad un vehículo eléctrico. Bajo el capó de lo que ellos conocen como SUV mediano se esconde un HEMI Hellcat V8 de 6,2 litros sobrealimentado de 720 CV y 875 Nm de par. Pasa de 0 a 96 km/h en 3,6 segundos, nada mal para una mole de 2.529 kg en vacío, en parte gracias a la tracción a las cuatro ruedas que llega a través de una caja de cambios automática de 8 velocidades.

La caja tecnológicamente quizá esté un poco anticuada, ya que cuenta con un embrague de convertidor de par modulado electrónicamente, según palabras de la marca, y levas de cambio en el volante para simular esa sensación manual. Una suspensión mejorada y un interior dotado de todo lo que podrías pedir completan este tremendo SUV. Su tamaño y versatilidad pueden jugar un papel importante de cara a seguir consiguiendo cifras de ventas respetables, y está claro que el Dodge Durango SRT Hellcat tiene el mismo sentido en nuestro país que un Saxo VTS allí, pero no quita que nos atraigan las peculiaridades del mercado estadounidense.