El Bentley Mulsanne ha llegado al final de su vida comercial. Ha estado en el mercado más de 10 años representando el máximo lujo dentro de una marca que ya de por sí, ostenta lujo y exclusividad como pocas. Han salido de la línea de montaje 7.300 unidades que, comparado con una fabricante generalista, cubre el trabajo de un mes en unas de sus plantas de fabricación. Pero el Bentley Mulsanne no era un coche generalista, era un coche muy elitista, exclusivo, super lujoso y extremadamente caro.
La compañía británica, perteneciente al Grupo Volkswagen-Audi, ya anunció que el Bentley Mulsanne diría adiós, junto al mítico propulsor V8 6.75, un motor que ha estado vigente gracias a diferentes actualizaciones desde 1959. Pero, aunque el anuncio estaba hecho, la despedida había sido aplazada por el caos sanitario y posterior cuarentena sufrida por medio mundo debido a la pandemia del COVID-19, un virus que todavía hoy, después de más de tres meses de confinamiento, sigue teniendo a los responsables sanitarios de todo el mundo en jaque.
Así que es ahora cuando la marca rinde merecido homenaje al Mulsanne, con unas fotografías de la penúltima unidad fabricada, un Mulsanne en “Rose Gold over Tungsten”, un acabado con la parte superior del vehículo en un tono dorado rojizo sobre grus tungsteno. Unidad cuyo destino se encuentra en el Nuevo Mundo, en Estados Unidos. La última unidad del Bentley Mulsanne permanece oculta detrás de la unidad con destino norteamérica y todavía se desconoce su destino, aunque la marca afirma que se trata de un automóvil muy especial (¿será la segunda unidad que aparece en las fotos?).
En los últimos 11 años, más de 700 personas han invertido casi tres millones de horas para fabricar el sedán de lujo británico. La producción de las carrocerías necesitó aproximadamente 42 millones de puntos de soldadura, mientras que la creación de los interiores, un proceso muy artesanal y delicado, superó el millón de horas. Otro dato llamativo son las más de 90.000 horas que se han invertido en pulir los coches, a lo que debemos sumar más de cuatro millones de puntos de control de calidad individual.
La presentación del Bentley Mulsanne se llevó a cabo en Pebble Beach de 2009. Era un modelo desarrollado desde cero y además, estrenada la última evolución del V8 6.75. En el año 2015 apareció el Mulsanne Speed, una versión especialmente veloz con 537 CV y nada menos que 1.100 Nm de par, cifras que se veían acompañadas por un equipo de suspensiones y una dirección especialmente puestas a punto para la ocasión.
Poco a poco, según iban pasando los años, el Mulsanne iba recibiendo nuevos detalles, más equipamiento, tecnología de última generación e incluso una variante de batalla extendida para aquellos que prefieren ser llevados a conducir.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS