El Attucks Apex AP0 es un no tan nuevo superdeportivo eléctrico de peso pluma

El Attucks Apex AP0 es un no tan nuevo superdeportivo eléctrico de peso pluma

Wyclef Jean, músico de origen haitiano, aporta su imagen para la presentación de este vehículo en Estados Unidos, que apenas modifica un concepto ya presentado en 2020 con otro nombre


Tiempo de lectura: 4 min.

Wyclef Jean, rapero de origen haitiano y antiguo miembro del grupo The Fugees, ha sido el protagonista de la presentación del Attucks Apex AP0 en el Amelia Concours d’Elegance celebrado recientemente en Florida. En realidad, se trata de un automóvil que en su día conocimos como Apex Motors AP-0, anunciado hace ya casi tres años, aunque no terminó de llevarse a producción.

Este superdeportivo eléctrico, presentado como el más ligero del mundo en su categoría —1.200 kg de peso, prácticamente la mitad que el Rimac Nevera—, ha sido ahora rebautizado en recuerdo de Crispus Attucks, fallecido durante la Masacre de Boston en 1770 y considerado el primer mártir de la Revolución Americana. Mantiene prácticamente invariables las características básicas del automóvil diseñado por Guy Colborne en 2020, del cual ya os hablamos aquí en su momento.

Lejos de significar un modelo de nueva factura, el Attucks Apex AP0 apenas varía la receta original del superdeportivo eléctrico diseñado por Guy Colborne allá por 2020, que pierde el lídar destinado a habilitar la conducción autónoma a cambio de alimentarse de la repercusión del rapero Wyclef Jean, especialmente en Estados Unidos de América, donde ha tenido lugar su presentación


Con un motor eléctrico sobre el eje trasero de 659 CV de potencia y 580 Nm de par, declara una velocidad máxima de 305 km/h, así como una aceleración hasta 100 km/h desde parado en 2,3 segundos. Son cifras que quizá ya no sorprenden, habituados como estamos a las fulgurantes prestaciones anunciadas para otros superdeportivos eléctricos de reciente lanzamiento, como los Pininfarina Battista, Rimac Nevera o Lotus Evija. Su batería es de 90 kWh de capacidad, suficiente para declarar una autonomía, medida según ciclo WLTP, de hasta 515 km.

Pese a que el propio Wyclef Jean ha presentado el modelo como el superdeportivo de sus sueños, su participación en el lanzamiento este automóvil se limita a la condición de embajador. No ha intervenido, como comentamos, en el diseño de su parte técnica, en la que destaca el chasis monocasco de fibra de carbono, acompañado de unas llantas del mismo material. Llama también la atención el sistema de frenos carbocerámicos que equipa, con discos de grandes dimensiones —más de 300 milímetros de diámetro—.

Ahora bien, la condición de músico de Wyclef Jean se deja notar tanto en cómo se ha llevado a cabo su presentación —se ha acompañado de una breve pieza musical interpretada por él mismo, que hemos incluido unos párrafos atrás— como en su interior, que podríamos considerar más bien espartano. Se ha anunciado que el sistema de sonido incluirá la capacidad de “analizar el comportamiento de su conductor para seleccionar una lista de reproducción acorde con su estado de ánimo, optimizando así la experiencia de conducción”.

El uso extensivo de fibra de carbono en su fabricación, también en el interior, permite anunciar un peso en vacío de tan solo 1.200 kg, muy por debajo de lo que estamos habituados a leer en las fichas técnicas de automóviles eléctricos de estas características

Attucks Apex AP0 10

En todo caso, en este proceso de reetiquetado ha perdido algunas de las características más futuristas del modelo original, como es el lídar con que contaba en su momento, que habría permitido implementar la conducción autónoma.

Se espera que el inicio de la producción de este Attucks Apex AP0 tenga lugar a finales del año próximo, aunque los pedidos ya están abiertos. Por ahora, no hay confirmación de su llegada a Europa, puesto que tan solo se ha facilitado su precio para Estados Unidos de América, que ascenderá a los 350.000 dólares, unos 332.000 euros al cambio actual.

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David García

No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.

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