El 20% de los compradores del Bugatti Centodieci no les interesa el coche, sino el negocio que pueden hacer con él

El 20% de los compradores del Bugatti Centodieci no les interesa el coche, sino el negocio que pueden hacer con él

De las 10 unidades que se van a fabricar, dos ya están a la venta y ni siquiera se han fabricado todavía


Tiempo de lectura: 3 min.

Parece una contracción, pero es totalmente cierto; los coches más prestacionales del mundo, aquellos diseñados para ser disfrutados y exprimidos en circuito, gozando de sensaciones que pocos automóviles pueden ofrecer, nunca, o casi nunca, circulan siquiera por carretera abierta. Pasan sus días en colecciones privadas, sin usarse durante años, esperando a que su cotización suba para ser vendidos a otro coleccionista, que seguirá el mismo camino. Es un hecho contrastado, pues incluso las propias marcas buscan ofrecer impedimentos a quienes compran sus coches para, acto seguido, casi sin tener el coche en sus manos, lo ponen a la venta por un precio mayor al pagado inicialmente.

Es un suceso que ocurrió, por ejemplo, con el Porsche 911 R, cuya cotización, a pocos días del inicio de comercialización, estaba por encima del precio original de fábrica. Ni siquiera se habían entregado a sus propietarios las primeras unidades y ya eran más caras que compradas directamente a Porsche. Ford, por poner otro ejemplo, puso en marcha una fórmula para evitar que las unidades del espectacular Ford GT acabaran sus días en una colección privada o fueran vendidas casi al instante de ponerles las manos encima, obligando incluso a firmar un acuerdo oficial donde hasta se obligaba a usar el coche una cantidad de veces determinada. Hay otras marcas que obligan a tener en posesión el coche al menos dos o tres años, incluyendo en el contrato de compra cláusulas donde no cumplir con ese requisito puede suponer un desembolso importante a favor del fabricante.

Y si todavía no te ha quedado claro que muchos compradores de coches de colección, no están interesados en el coche, sino en su valor, vamos a por otro ejemplo con el Bugatti Centodieci. Solo se fabricarán un total de 10 ejemplares, los cuales, ya están vendidos a un precio estratosférico de nueve millones de dólares por unidad, unos 8 millones de euros. La primera unidad se entregó el mes pasado, en junio, y los otros nueve irán llegando a sus propietarios según vayan saliendo de la línea de montaje. Sin embargo, uno de los propietarios ya ha puesto a la venta su unidad y ni siquiera la tiene entre manos.

El coche, o mejor dicho, el pedido, se ha puesto a la venta en el portal especializado Mobile.de, indicando que el coche se entregará en algún momento después del 15 de enero de 2023. Y como cabría esperar, el precio ha sido “engordado” convenientemente, concretamente, alrededor de cuatro millones dólares adicionales. El precio que se indica en el anuncio es de 12.999.000 euros. Es evidente que quien encargó esta unidad no buscaba poseer uno de los automóviles más rápidos y espectaculares del planeta, lo que buscaba es hacer negocio y por desgracia, no es ni será el último.

No obstante, no es la primera vez que aparece un pedido (que no una unidad, pues todavía no se han entregado los coches) del Centodieci a la venta. Un distribuidor de Tokio puso un pedido a la venta por nada menos que 14 millones dólares. Esto significa que el 20% de los compradores del Bugatti Centodieci ni siquiera verán el coche en vivo y, por tanto, no están interesados en el modelo, sino en el negocio. También cabe la posibilidad que su situación financiera haya cambiado por culpa de la pandemia y de los diferentes sucesos que han afectado a las finanzas de muchas personas y negocios.

Es cierto que para comprar un Bugatti hay que tener una cuenta bancaria saneada, espectacularmente saneada, pero eso no quita que tras todo lo ocurrido, desembolsar tantos millones de euros por un coche ya no sea rentable para esos compradores. Algo, por otra parte, poco probable, pues, conocemos de sobra como funciona este segmento de mercado, con coches tan sumamente caros y especiales.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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