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Disfruta del buen tiempo con el Porsche 911 Carrera Cabriolet

Cualquier deportivo se disfruta más si es descapotable


Tiempo de lectura: 5 min.

Que el Porsche 911 está hecho para disfrutar conduciendo, eso creo que nadie lo puede negar. Pero si además conviertes a un gran deportivo en descapotable, entonces las sensaciones al volante aumentan exponencialmente. Eso es lo que tendrás garantizado si te haces con el nuevo Porsche 911 Carrera Cabriolet.

Personalmente, prefiero las versiones descapotables de los mejores deportivos, porque su motor se escucha más y mejor, el viento y el sol en la cara te hacen sentirte más libre, escuchas el límite de los neumáticos y en definitiva te sientes más conectado al vehículo. Además, la sensación es más parecida a pilotar en circuito con un kart o un monoplaza, que también son “descapotables”.

Dejando a un lado mis gustos particulares, veamos qué nos ofrece Porsche con el nuevo 911 Cabriolet. Al ver la capota cerrada, descubrimos que la silueta es idéntica a la del coupé. No hay formas extrañas, consiguiendo que la línea no cambie. ¿Cómo han conseguido hacer una capota curvada? Con una solución técnica muy ingeniosa.

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Tradicionalmente, las capotas de lona estaban construidas en material textil, soportadas por una estructura tubular para tensarla. Esto hacía que con el paso del tiempo la tensión disminuyese por la extensión del material textil y en los vanos entre la estructura la capota comenzase a vibrar o a pasar de cóncava a convexa. Esto se solucionó en las versiones más modernas, con varias capas de tejido, para dotarla de mayor rigidez y aislamiento.

Por otro lado, tenemos los cabrio de techo rígido, donde el techo se divide en piezas de metal que encajan unas con otras, con un mecanismo electro-hidráulico bastante complejo. La bondad de este sistema es que tienes un cupé perfectamente aislado cuando la capota está cerrada, y un cabrio cuando está abierta. La desventaja del sistema es que ocupa mucho espacio y pesa bastante más que una capota textil. Además condiciona mucho el diseño y puede quedar muy forzado.

En este caso Porsche ha combinado las bondades de ambos sistemas para conseguir una capota con forma curvada, con un aislamiento muy bueno cuando está cerrada, ocupando un espacio muy pequeño y con poco peso. Debajo de la capa textil existe un techo completo realizado en magnesio para ser más ligero, dividido en cuatro piezas. La capota va unida a ellas justo encima. Las piezas se pliegan una encima de otra en forma de “Z”, y se guardan en un espacio de 23 centímetros de altura y 55 de longitud, de tal manera que la capa textil actúa de “bisagra” entre ellas. Muy ingenioso. Para entenderlo mejor, os dejamos un vídeo.

La nueva capota del Porsche 911 Cabriolet ha sido desarrollada íntegramente por la marca

Cualquiera que se haya subido a un descapotable en las plazas delanteras habrá descubierto que a partir de unos 80 km/h llega una corriente de aire desde la parte trasera. Para evitar esta molesta turbulencia, Porsche ha dotado al 911 Cabriolet de un deflector de viento eléctrico que puedes plegar o desplegar hasta una velocidad de 120 km/h.

Está situado detrás de los asientos posteriores y va asegurado a un aro de soporte con forma de “U”, que queda completamente integrado en la parte trasera cuando se baja. Tiene la ventaja que no resta espacio a los asientos. Al presionar un botón, el aro se levanta en dos segundos y se desenrolla una malla que se tensa en ángulo recto entre los respaldos de los asientos delanteros, mediante un segundo bastidor móvil. Pero como siempre, para entenderlo mejor veamos otro vídeo.

Como en cualquier cabrio, dispone de un sistema de protección antivuelco trasero, que se suma al refuerzo del parabrisas delantero. Está compuesto por un bastidor autoportante hecho de secciones soldadas de aluminio extruido de alta resistencia, usando el propio bastidor como refuerzo de la carrocería, para mejorar así la rigidez torsional del 911 Cabriolet.

En caso de vuelco, dos protectores antivuelco colocados detrás de los asientos traseros, y que son de nuevo desarrollo, se despliegan por la presión de un muelle. La activación se realiza de forma pirotécnica por un microgenerador de gas. En caso de vuelco con la capota cerrada, un pasador de metal que hay en cada uno de los dos protectores antivuelco se dispara a través del cristal de seguridad de la ventana trasera, para que así los protectores se puedan desplegar.

Por último, pero no menos importante, está la aerodinámica. Con la capota cerrada, el nuevo 911 Cabriolet consigue un coeficiente de arrastre de 0,30, idéntico a la versión cerrada. Es lógico, teniendo en cuenta que el techo del cabrio es completamente rígido y tiene la misma forma del cupé. Lo único que cambia es el ángulo de ataque del alerón posterior, que en este caso es mayor, para compensar la carga aerodinámica cuando se circula sin techo.

Si has sentido un flechazo al verlo y en tu cuenta hay cinco ceros, podrá elegir entre el Porsche 911 Carrera S Cabriolet, con propulsión y 450 CV por 154.395 euros; o la versión con tracción total, el Porsche 911 Carrera 4S Cabriolet, con el mismo motor de 450 CV y un precio de 163.355 euros.

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Sobre mí

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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