Cuando SEAT tomó la decisión de darle nueva vida a su sello CUPRA, no cabe duda de que fue un movimiento arriesgado y ambicioso. Querían hacer de CUPRA una firma de aspiraciones premium de talante muy deportivo, tomando como base algunos modelos de SEAT y poniendo en circulación modelos propios. Cosas que hasta ahora se han ido cumpliendo y además, parece que también se han ganado el favor del público.
El sello CUPRA ya se había ganado una fama a nivel global muy respetable, sobre todo en el caso del SEAT León CUPRA, uno de los compactos deportivos más valorados del mercado por comportamiento y prestaciones. No obstante, el primer modelo que CUPRA puso en circulación como marca independiente fue el CUPRA Ateca, un SUV basado en el León y que ha sido y sigue siendo un éxito de ventas para la SEAT. Eso hizo pensar a los dirigentes de la nueva marca que el Ateca sería el modelo perfecto para la puesta en escena del sello deportivo bajo auspicio de la firma española.
Los más fanáticos pensaron que una marca que se considera a sí misma deportiva, no debía empezar con un SUV, básicamente porque SUV y deportivo en la misma frase no casan aunque todo el mundo se empeñe en ello. No obstante, y como cabría esperar viendo el nivel de ventas del segmento SUV, la idea era la correcta y tras dos años, CUPRA va por buen camino y ya tiene listo su primer modelo propio, el CUPRA Formentor y sí, es un SUV. Pero mientras se ponía a punto este nuevo coche, la marca ha presentado el CUPRA León y también el restyling del CUPRA Ateca.
“El CUPRA Ateca supuso la entrada de la marca en un nuevo segmento, convirtiéndose en un gran éxito al vender más de 15.000 unidades desde su lanzamiento a finales de 2018” – Wayne Griffiths, consejero delegado de CUPRA
Nuevos rasgos inspirados en el SEAT Tarraco y el nuevo León
El CUPRA Ateca lleva apenas dos años en el mercado, pero ya se ha sometido a un ligero rediseño que adapta su imagen a los nuevos lanzamientos. Quien marca la pauta en este momento es el SEAT Tarraco, el coche más grande que vende la compañía con sede en Martorell en estos momentos y quien sirve de inspiración para algunos detalles. Por ejemplo, el frontal del Ateca toma los rasgos del SUV de siete plazas y adopta unos faros full LED. Se trata de la zona que más cambios experimenta, al menos en cuanto al plano estético de la carrocería ya que la vista lateral es básicamente la misma, al igual que la zona trasera del coche donde lo más destacable son los terminales de escape, dos a cada lado del paragolpes.
Dentro tampoco hay cambios reseñables y mantiene el mismo salpicadero que la versión anterior, estrenado con el SEAT León que acaba de abandonar la línea de producción y que luego adoptó el SEAT Ateca. Los asientos y el volante se rediseñan ligeramente, añadiendo una opción que a muchos les resultará interesante. Ahora, se puede escoger el volante CUPRA, que incorpora el botón de arranque y los selectores para los modos de conducción. Cuando se desbloquean las puertas se proyecta sobre el suelo el logo de la marca y cuando se abren las mismas, se ilumina la estribera con el nombre de la marca .
CUPRA ha querido dar una imagen y una sensación general especial al habitáculo del Ateca. Hay muchos detalles en color cobre y otros tantos en tono aluminio, que hacen mucho contraste con el color negro que domina toda la situación. Hay disponibles dos ambientes interiores: el de fábrica, que incluye asientos deportivos “Dinámica”, molduras del salpicadero y consola aluminio oscuro, paneles de las puertas IMD (In Mould Decoration, decoración en el propio molde) y costuras en cobre. El segundo ambiente es el “Genuine CUPRA”, que añade tapicería de cuero “Azul Petrol” y ajustes eléctricos para los asientos y paneles de las puertas también forrados de piel.
“El bloque 2.0 TSI de 300 CV y 400 Nm de par es uno de los principales argumentos de este SUV”
Motor y transmisión intactos
Lo bueno de CUPRA es que se aprovecha del buen hacer del equipo de SEAT Sport, quienes se hacían responsables de los modelos más “racing” de la marca española. Eso y el tener acceso al banco de órganos de Volkswagen-Audi, que ya de por sí es una ventaja porque otra cosa quizá no tenga VAG, pero material y de calidad hay para dar y tomar. Y entre el material disponible está el bloque 2.0 TSI, un motor que ha demostrado ser muy polifacético y digno sucesor del mítico 1.8 20vt, que llegó a tener versiones desde 150 hasta 240 CV.
En el caso del dos litros, pasa casi lo mismo y tanto las prestaciones como el tacto o el funcionamiento general del bloque, son de lo mejor del mercado. Esto hace del CUPRA Ateca un coche muy a tener en cuenta, sobre todo teniendo en cuenta que monta la versión de 300 CV de dicho propulsor, que a su vez, se combina con el cambio DSG de siete relaciones y el sistema de tracción total 4Drive con embragues multidisco en húmedo. CUPRA asegura que se trata de uno de los mejores sistemas de tracción a las cuatro ruedas del mercado y permite acelerar, desde parado hasta los 100 km/h, en 4,9 segundos. Para ello, equipa un sistema de control de salida, el conocido “Launch Control” (control de salida en inglés, aunque más concretamente sería “control de lanzamiento”). El àr asciende a 400 Nm, que no está nada mal, principalmente porque se dispone de dicha cifra entre 2.000 y 5.200 rpm.
La configuración del chasis tampoco ha cambiado y posiblemente, tampoco cambiará cuando llegue la segunda generación de este SUV. Hablamos de un equipo McPherson para el eje delantero y un multibrazo para el trasero, con una puesta a punto del conjunto muelle-amortiguador pensado para las máximas prestaciones, pero al mismo tiempo ofrecer un confort de marcha que permita realizar desplazamientos cómodamente. No es, básicamente, un deportivo puro ni lo pretende. Es un automóvil de altas prestaciones y aspiraciones premium, con todo lo que ello conlleva.
Igualmente, se instala la dirección progresiva, a la cual se le ha optimizado el retorno de información a través del aro del volante de forma que el conductor sepa en todo momento que ocurre con las ruedas y como es el agarre disponible, combinada con la suspensión dinámica DCC. Hay seis perfiles disponibles a través un selector: Normal, Sport, CUPRA, Individual y Nieve/Offroad. Diferentes programas para diferentes personalidades que afectan a la suspensión adaptativa, a la dirección progresiva y a la respuesta del motor ante las demandas del acelerador.
Conectividad y seguridad, dos apartados vitales en un coche moderno
Hoy día el equipamiento de seguridad en un coche moderno es abrumador, llegando a existir sistemas que pueden actuar sobre la conducción del coche sin que el conductor pueda hacer nada. Es una de las mejores cosas que ha traído consigo la electrónica en la industria del automóvil y por supuesto, el CUPRA Ateca llegará cargado hasta los topes de sistemas diseñados para proteger al pasaje: sistema pre-colisión, control de velocidad de crucero adaptativo y predictivo, asistente de emergencia, asistente lateral y aviso de vehículos en el ángulo muerto, asistente de salida de aparcamiento marcha atrás, advertencia apertura de puertas… enumerar todos los sistemas de seguridad presentes sería más largo que contar detalladamente los pormenores técnicos del coche.
Algo similar ocurre con la conectividad, un apartado básico de un coche moderno y que centra gran parte del interés de los usuarios, mucho más que lo relacionado con el motor o cualquier elemento del chasis. Podría ser un coche con ruedas de madera y chasis de esparto, que si tiene conexión a internet muchos usuarios lo comprarían.
Dejando esto a un lado, el CUPRA Ateca monta de serie la instrumentación digital “Digital Cockpit”, combinado con una pantalla en el centro del salpicadero de 9,2 pulgadas. Tiene de serie reconocimiento de voz con compresión de lenguaje natural, Android Auto, Apple CarPlay y un sistema “Full Link” que sirve de pasarela para poder usar algunas de las principales aplicaciones de teléfonos móviles a través de la pantalla del equipo multimedia del coche. Al mismo tiempo incorpora conexión vía SIM integrada entre otras muchas cosas.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS