En un giro dramático de los acontecimientos, el culebrón Carlos Ghosn va un paso más allá. El ex directivo con triple nacionalidad -brasileña, libanesa y francesa- ha vuelto a casa por navidad, concretamente a Beirut, donde llegó anoche procedente de Japón. Los detalles de su fuga son escasos, pero presumiblemente ha sido en aviones privados, ya que sus tres pasaportes están retenidos por su equipo de abogados en Japón.
De hecho, el líder de dicho equipo, Junichiro Hironaka, ha declarado su estupefacción por la fuga de su cliente, de la que asegura que no sabía nada, y que ha sido precipitada a la vista de cómo quedó el piso en Tokio donde estaba viviendo. Esto complica mucho el futuro procesal de Ghosn en Japón, donde prácticamente podemos decir que iba a ser sentenciado culpable. El ex directivo se encontraba en libertad provisional vigilada a la espera de juicio.
Entre las condiciones de dicha libertad condicional solo podía comunicarse con sus abogados -ni siquiera con su mujer-, estar vigilado con cámaras, entregar sus pasaportes, no salir del país, no hablar a la prensa, etc. De alguna forma ha conseguido burlar la vigilancia y embarcar clandestinamente en un avión o un barco hasta Turquía. De ahí a Líbano ha llegado en avión privado. Este país no extradita a sus ciudadanos, así que de ahí no le sacan ya.
【声明全文】ゴーン被告「私はレバノンにいる」渡航禁止も出国https://t.co/cBhEPRBP3R
— NHKニュース (@nhk_news) December 31, 2019
La semana que viene se despachará a gusto con los medios de comunicación, pero podemos adelantar trozos del comunicado que ha hecho tras su fuga: “Ahora estoy en el Líbano y ya no seré rehén de un sistema judicial japonés amañado en el que no hay presunción de inocencia, la discriminación es desenfrenada y se niegan los derechos humanos básicos. […] No he huido de la justicia, he escapado de la injusticia y la persecución política. Ahora por fin puedo comunicarme libremente con los medios de comunicación, y espero con interés empezar a hacerlo la semana que viene”.
Ghosn fue apresado en el aeropuerto de Tokio en noviembre de 2018 junto a su mano derecha, Gregory L. Kelly, tras ser denunciado por directivos de Nissan por corrupción. Estuvo varios meses encarcelado provisionalmente, y aunque contaba con los mejores abogados del país, no veía muy claro eso de demostrar que es inocente de los cargos que se le imputan, que son administración desleal, corrupción, enriquecimiento ilícito, etc. La verdad es que, conociendo cómo se las gastan en Japón, lo tenía crudo.
Seguramente Ghosn se va a quedar en Líbano durante mucho tiempo. Tiene frentes judiciales abiertos también en Holanda (demandó a Nissan y Mitsubishi por 15 millones de euros) y en Francia, por no haber justificado adecuadamente 11 millones de euros en gastos personales. Además, en septiembre el ex directivo pactó con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos pagar una sanción de un millón de dólares por no haber comunicado a los accionistas estadounidenses un pago extra para su jubilación. Por el mismo motivo Nissan pagó 15 millones de multa. Eso quedó zanjado.
Ghosn no ha vuelto a utilizar la cuenta de Twitter (@carlosghosn) que abrió exclusivamente para publicar un comunicado en inglés y japonés defendiendo su inocencia
La mujer del César no solo tiene que serlo, también parecerlo. Las dudas sobre la inocencia de Carlos Ghosn son ya abultadas, pero aplicando aquello de in dubio pro reo habrá que esperar a ver qué nos cuenta. Puede que tenga razón, que directivos de Nissan maniobraron para quitárselo de enmedio y dejase de acumular poder, por lo que entregaron su cabeza en una bandeja a las autoridades niponas. Curiosamente, su sucesor en Nissan también tuvo que dimitir por razones similares. Casi parece que todo ha pasado en España, pero en todas partes pintan bastos.
También puede ser que el ex directivo, fruto de la absoluta codicia -no estaba precisamente mal pagado, sus empresas generaban mucho dinero- no se conformó con sus emolumentos en “A” y se buscó la forma de trincar más, y le pillaron con las manos en la masa. Puede ser que ocurran las dos cosas. De todas formas de las pocas seguridades que tenemos actualmente es que Ghosn no volverá a poner un pie en Japón.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS