Bugatti Type 37 Grand Prix a subasta

Bugatti Type 37 Grand Prix a subasta

Una de los últimas ocho unidades que existen


Tiempo de lectura: 5 min.

A finales de la temporada de 1925, la Commission Sportive Internacionale (CSI), antecesora de la actual FIA, introdujo una nueva limitación para frenar la entonces actual generación de coches de Gran Premio de dos litros que se estaban haciendo muy rápidos y peligrosos. La solución fue imponer un límite de litro y medio de cubicaje para los modelos de la temporada de 1926. En esta ocasión, Bugatti pudo presentar un coche competitivo de inmediato, el Bugatti type 37, que hizo su debut en el Gran Premio de Miramas (Francia) ganando la carrera.

El chasis y la carrocería del Tipo 37 eran muy similares a los de su antecesor, el Tipo 35 de dos litros. Los dos modelos parecían casi idénticos, con excepción de las ruedas (de radios en el primero y de aleación en el segundo), aunque debajo del capó el Tipo 37 llevaba un motor de cuatro cilindros en lugar del ocho en línea de su hermano mayor. El diámetro y la carrera del motor de cuatro cilindros eran de 69 x 100 mm para una capacidad de 1496 cc. Era un motor típicamente Bugatti, bloque de hierro y culata de fundición rematado por un único árbol de levas que operaba tres válvulas por cilindro, dos de entrada y una de escape. Para el cigüeñal del Tipo 37, Ettore Bugatti optó por cojinetes principales y de biela simples en lugar de la combinación de bolas y rodillos del Tipo 35. La potencia máxima de este propulsor fue de 60 CV.

Al final resultó que el periodo del Tipo 37 como coche de Gran Premio fue muy limitado. La segunda mitad de la década de los veinte fue un periodo de gran inestabilidad en las carreras de Gran Premio y en 1928 la limitación de litro y medio en la capacidad de los motores quedó derogada y se adoptó la “Fórmula Libre” por parte de la CSI, lo cual permitía a los fabricantes el diseño de motores con poca o ninguna limitación. Aunque superado por rivales con motores más grandes en los Grandes Premios internacionales, en Tipo 37 continuó ganando carreras en manos de pilotos aficionados en premios de índole nacional o regional por todo el mundo. En total se fabricaron 290 unidades, incluidos 67 del Tipo 37A sobrealimentado.

bugatti

Una de las últimas unidades construidas, fue este que llega ahora a subasta, número de chasis 37383, construido en junio de 1929, con el modelo de motor 286, el último de los cinco motores producidos para el Tipo 37. Entre sus especificaciones también se encuentra un kit para uso en carretera y algunas comodidades extra en comparación con las unidades específicas de carreras.

Esta unidad fue encargada por Charles Faroux a su amigo Ettore Bugatti. Faroux, ingeniero y periodista, era el editor de la revista de motor LA Vie Automobile, y es más conocido por haber fundado las 24 Horas de Le Mans en 1923 junto a sus colegas Georges Durand y Emile Coquille.

Las buenas críticas de Faroux sobre los Bugatti en su revista y su estrecha relación con la fábrica le permitieron comprar automóviles con descuento antes de ser puestos a la venta. Compró el 37383 el 1 de agosto de 1929 y se lo vendió de inmediato al famoso artista impresionista René Durey (1890-1959). El Bugatti se matriculó en el departamento el Sena de París con número 7280-RD1. Durey conservaría el coche durante el resto de su vida, aunque nunca corrió con él. En 1955 tuvo que volver a matricular el coche para cumplir con los nuevos requisitos de las autoridades francesas, recibiendo una nueva numeración, 6588 DU 75, el 2 de abril de 1955.

Bugatti Type 37 Grand Prix (3)

Después de la muerte de René en 1959, la familia conservó el Bugatti hasta que fue vendido a finales de la década de los sesenta al conde Jean Rochechouart de Mortemart, perteneciente a la familia noble más antigua de Francia. De Mortemart, gran aficionado al automovilismo y siete veces participante en las 24 horas de Le Mans entre 1960 y 1970, hizo reconstruir el motor del Tipo 37 en Garage Guignard de Vatan y cambió la matriculación del coche al departamento de Indre, con número 908 HE 36 hacia finales de 1970. André Guignard participó en algunas carreras locales con este Bugatti.

En 1972 el Tipo 37 se puso a la venta en París, donde fue comprado por Louis Blériot, nieto del famoso aviador francés del mismo nombre. Blériot participó en varios rallyes con esta unidad, incluido en primer Rally de Montecarlo para coches históricos en 1974. Asistió a varios mítines internacionales culminados en 1981 en Molsheim, donde se celebró el centenario de Ettore Bugatti.

En 1985 Blériot puso a la venta su automóvil y lo adquirió Yves Anselin, miembro muy activo del Club Bugatti, participando en numerosos rallyes hasta bien entrada la década del 2000.

Bugatti Type 37 Grand Prix (2)

En 2015, el Tipo 37 volvió a cambiar de manos y se fue a Bélgica. Su entusiasta propietario sentía pasión por su Bugatti, llegando a construir un taller expresamente para él. Con un mantenimiento meticuloso y cuidadosamente almacenado en los últimos años, el Tipo 37 fue puesto en marcha por mecánicos expertos nuevamente este año y llevado a la sala de subastas donde se encuentra ahora mismo.

Es sin duda uno de los mejores Tipo 37 que existen en el mundo. El coche no presenta rastro de accidentes y todas sus piezas están numeradas con estampado de taller. Es excepcional poder observar un Bugatti deportivo de 1929 en un estado tan cercano al original, sin que se aprecien daños en sus partes mecánicas o en su carrocería.

El coche se entrega con toda su documentación completa, registros, facturas de compra y restauración, además de su última ITV en vigor pasada en Bélgica.

La estimación de la casa de subastas es que su venta estará entre un millón y un millón cuatrocientos mil euros. Se podrá ver in situ del cinco al ocho de octubre. Si finalmente te haces con él te llevarás, además de una perfecta unidad de Bugatti, toda la tradición e historia que le acompaña. ¡Suerte!

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Sobre mí

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Ángel Arias

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