La guerra de aranceles que comenzó el presidente de Estados Unidos Donald Trump comienza a tener consecuencias tangibles para la economía americana. La economía de un país se mueve como un elefante africano, lento pero seguro, así que los efectos de las políticas económicas tardan un tiempo en manifestarse. BMW ha dicho que se replanteará la política de fabricación de modelos en Estados Unidos, mientras Volvo ha cancelado todas las exportaciones del S60 de Estados Unidos a China.
Como ya preveíamos cuando se anunció el Volvo S60 en Junio, ya afloran los primeros problemas de los aranceles de Trump, pero con su guerra particular contra China. POTUS impuso unos aranceles a la importación de vehículos procedentes del país asiático del 27,5 %, mientras China respondía con otro arancel, pero del 40 %.
Desde la nueva planta de Volvo en Charleston iban a salir todos los S60 a nivel mundial, por lo que ahora las exportaciones hacia China quedan canceladas. De este modo se reducirá la producción en esta planta que costó más de 1.100 millones de dólares y emplea a más de 3.900 personas.
“Esto no es fácil, es un problema grande, grande, grande. Es extremadamente doloroso. No quiero sentarme aquí y sonreír y decir que todo está bien. Absolutamente no. Pero así es la vida.” – Anders Gustafsson, miembro del equipo directivo de Volvo
También se van a reducir las importaciones de los XC60 y S90, que se fabrican en China, por lo que la marca deberá replantearse sus planes estratégicos de producción, para evitar estos enormes aranceles que lastran su beneficio. El Volvo S60 continuará siendo exportado a Europa desde Estados Unidos, mientras ahora los XC60 americanos provendrán de Europa.
En cuanto a BMW, ya a deslocalizado la producción del X3, que antes se hacía en Spartanburg, Estados Unidos, y ahora se fabrica en Sudáfrica y China. En cuanto al resto de modelos que se fabrican allí, como la serie X -X4, X5, X6 y X7- el fabricante bávaro decidirá en las próximas semanas qué modelo se moverá también desde la fábrica de Estados Unidos a China.
“Si las tarifas reducen la competitividad de la producción y ventas de BMW en los E.E.U.U., el resultado podría ser una reducción considerable de los volúmenes de exportación con efectos negativos en las inversiones y empleos en los E.E.U.U.”, dijo el portavoz de BMW, Kenn Sparks.
Por ahora, BMW estima que las pérdidas por los nuevos aranceles pueden alcanzar los 344 millones de dólares. Por su parte Volvo no ha estimado las pérdidas, pero sí ha dicho que erosiona gravemente su beneficio pues están absorbiendo los aranceles sin traspasárselos a los clientes, por lo que la situación no es sostenible en el tiempo y deben tomar medidas.
Este tipo de situaciones ya las hemos vivido hace años, y es una de las consecuencias de las políticas proteccionistas y de “vuelta a la aldea”, como en Astérix. Bien es cierto que la globalización también tiene sus desventajas, pero desde el punto de vista del consumidor, conlleva mayores ventajas. Por eso mismo hay que saber historia: para no volver a cometer los mismos errores que en el pasado, Sr. Trump.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS